Jugar al rugby con temperaturas bajo cero fue parte central del desafío que enfrentó Los Teros RC en el Seven del Fin del Mundo, torneo disputado en Ushuaia, Tierra del Fuego. El certamen, que celebró su 38ª edición, contó por primera vez con la presencia de un equipo de Catamarca, que además se consagró campeón.
El contexto no fue menor. Las bajas temperaturas, los vientos intensos y el entorno natural del extremo sur del país marcaron cada partido. Durante la competencia, el termómetro registró valores cercanos a los -2°C, una condición poco habitual para el rugby del norte argentino.
“Es para valientes”
En diálogo con la prensa, el jugador y capitán albinegro Rodrigo Albarenga Csaky explicó cómo se vive el juego en ese escenario:
“Jugar al rugby a menos dos grados es para valientes. El frío se siente en todo, desde las manos hasta la respiración”, señaló.
El referente de Los Teros detalló que el clima obliga a adaptar la preparación física, la entrada en calor y hasta la forma de jugar. “Cada contacto se siente distinto y el cuerpo tarda más en responder”, agregó.
Un título histórico para Catamarca
Más allá del desafío climático, el equipo catamarqueño logró imponerse y quedarse con el título. Fue un hecho histórico para el rugby de la provincia, no solo por la consagración, sino también por tratarse de la primera participación catamarqueña en el tradicional torneo.
Albarenga Csaky también se refirió a su presente en el rugby europeo. Actualmente juega en Hungría y forma parte del seleccionado nacional húngaro, gracias a su doble nacionalidad. Desde esa experiencia internacional, valoró el nivel del certamen y el impacto que el logro puede tener para el crecimiento del rugby en Catamarca.
El campeonato en Ushuaia quedará como un hito deportivo, atravesado por el frío extremo y por una consagración que marcó un antes y un después para Los Teros RC y el rugby catamarqueño.