Bacchiani no tuvo éxito y está preso por estafas perpetradas en Córdoba, mientras aguarda que se realice el juicio federal por delitos más graves en Catamarca. Milei y su ministro de Economía Luis “Toto” Caputo, en cambio, consiguieron estirar expectativas al menos hasta las elecciones del 26 de octubre, pero casi podría decirse que las diferencias son solo de escala.
La ratificación del “swap” de 20.000 millones de dólares y la intervención directa del Tesoro de los Estados Unidos en el mercado cambiario argentino para mantener el precio del dólar dentro de las bandas caputistas apuntalan la deteriorada confianza en el Gobierno libertario, que ahora se entusiasma con revertir la tendencia negativa de la campaña.
El salvataje norteamericano verifica el fracaso de un programa reducido a obtener dólares prestados porque la economía no solo no los genera, sino que los demanda incesantemente para atesorarlos y protegerse ante una incertidumbre patológica. El salvataje norteamericano verifica el fracaso de un programa reducido a obtener dólares prestados porque la economía no solo no los genera, sino que los demanda incesantemente para atesorarlos y protegerse ante una incertidumbre patológica.
La ratificación del auxilio imperial funciona como insumo proselitista para el público ajeno al núcleo duro de La Libertad Avanza, que Milei apuesta a retener y movilizar con el retorno a las fuentes del surrealismo fantochesco que exhibió en su inefable recital del Movistar Arena.
El salvataje norteamericano habilitó numerosos análisis sobre sus proyecciones económicas y geopolíticas, pero no se requiere ser un especialista demasiado sofisticado para advertir que revelan el fracaso de un programa reducido a obtener dólares prestados porque la economía no solo no los genera, sino que los demanda incesantemente para atesorarlos y protegerse ante una incertidumbre patológica.
El FMI tuvo que reforzar las exhaustas reservas argentinas en abril para el levantamiento parcial del cepo y ahora concurren los Estados Unidos. La fiabilidad del país es nula, los argentinos que pueden no dejan de comprar dólares para sacarlos del sistema financiero. Los dólares “en el colchón” rayan ya los 300 mil millones.
Éxito rutilante
En este frustrante contexto, es justo anotarles a Milei y Caputo un éxito rutilante en términos de intercambio comercial: importan confianza de los Estados Unidos a cambio de exportarles descrédito. Una novedad de fuste.
La administración Trump es objeto de críticas por su respaldo a Milei que se hicieron más ácidas después del estrafalario espectáculo del Movistar Arena.
Lágrimas de demócratas, “american peronist” según Bessent, pero en cualquier caso se reflotaron acusaciones a Trump por supuesta manipulación de mercados que se habían lanzado en abril, cuando anunció una moratoria arancelaria para casi todos los países y provocó fuertes subidas en las bolsas mundiales, horas después de haber precipitado un derrumbe generalizado con la imposición de esos mismos aranceles.
Un premio Nobel de Economía que no es Milei, Paul Krugman, cuestionó duramente el auxilio a Milei e insistió en la posibilidad de que se trate, en realidad, de maniobras tendientes a salvar a los financistas cercanos a Bessent.
“No existe un escenario plausible en el que incluso US$20.000 millones en préstamos estadounidenses salven la fallida estrategia económica de Javier Milei”, escribió tras conocerse la confirmación del “swap”.
Según Krugman, “el dinero de los contribuyentes estadounidenses está apuntalando el peso, permitiendo que los fondos de cobertura vendan sus activos argentinos a precios inflados, tras lo cual el peso volverá a caer”.
El economista enfocó las relaciones entre Bessent y el financista Rob Citrone, fundador del fondo “Discovery Capital Management”, que acrecentó su fortuna comprando bonos argentinos a precio de remate y operándolos luego en sugestiva sintonía con los anuncios de Bessent que indujeron su apreciación.
“¿Aprovechará Citrone el puente financiero respaldado por los contribuyentes de fines de septiembre para retirar su dinero y huir? Si no lo hace, sería un tonto, porque eso es lo que está haciendo el dinero inteligente. La Argentina está quemando miles de millones de dólares en reservas para defender el peso, mientras todos corren hacia la salida”, advirtió Krugman.
Precariedad crónica
En cualquier caso, los socorristas externos recomiendan a Milei que cese en su mesianismo y trate de afianzar alianzas y consensos. Es decir: que procure terminar con la precariedad política que rige en la Argentina desde hace tres lustros y que él se encargó de elevar al paroxismo.
Eso es lo que ha anonadado la confianza en el país, contaminando todo el sistema institucional y favoreciendo timbas financieras impregnadas de sospechas.
Se trata de una deficiencia que era evidente desde el inicio mismo de la gestión libertaria, surgida precisamente de un colapso político.
En febrero de 2024, durante el accidentado trámite de la Ley Bases, el diputado nacional Miguel Pichetto señaló la construcción de credibilidad y liderazgos como elementos indispensables para enderezar el incierto rumbo argentino.
Un líder, parafraseó a Winston Churchill, “tiene que conocer la historia. Los países son el pasado y la proyección de futuro. El líder tiene que tener una mirada de construcción, lograr que la sociedad lo acompañe. No es bueno el camino de la coerción en términos del ejercicio político. La coerción permanente, tratar de doblegar a los otros poderes del Estado, no es bueno”, señaló.
“Hay que lograr un vínculo de diálogo, de construcción positiva en la sociedad argentina. La sociedad también votó eso: la búsqueda de la unidad nacional, la construcción de un camino común; de cómo el país crece con el aporte de todos, aún desde la mirada diferente que tienen el kirchnerismo y el peronismo”, consideró.
Cualquiera sea la opinión que se tenga sobre Pichetto, el desarrollo de los acontecimientos demuestra lo inconveniente que le resultó a Milei no haber atendido sus palabras. Más aún, si se recuerda lo traumática que fue la gestión de la Ley Bases que, según el rockstar de Las Fuerzas del Cielo, sería una suerte de panacea para todos los males argentinos.
“A la Argentina nadie le cree. Es un país que ha defaulteado permanentemente, que no es creíble; que todos los temas los dirime el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones), muchachos, porque no confían”, dijo Pichetto.
A veinte meses de aquel discurso, Milei y Caputo mendigan el apoyo norteamericano para no implosionar.
No es el gobierno libertario, sino la Argentina toda la que depende, cada vez más, de la caridad de los extraños.