El concejal y candidato a diputado nacional por Somos Provincias Unidas, Fernando Navarro, defendió su espacio político como «el camino del centro» y expresó su decepción por los radicales que se sumaron a La Libertad Avanza. Durante una extensa entrevista al programa ‘Se Acabo lo que se Daba’ del Ancasti Streaming, Navarro se refirió a los exradicales que ocupan lugar en la lista de diputados provinciales de otros frentes y a su vínculo con el oficialismo.
«Jamás en mi vida hubiera aceptado ser octavo en la lista de la libertad avanza», afirmó Navarro al ser consultado sobre si habría considerado sumarse al armado de Karina Milei. El dirigente radical se mostró defraudado por la decisión de Francisco Monti: «Mis convicciones y mi amor hacia el radicalismo y a un pensamiento radical no me permiten hacer lo que hace Monti».
El candidato describió a ‘Somos Provincias Unidas’ como una fuerza que no representa «ninguno de los dos extremos, ni el ajuste ni la corrupción». Navarro sostuvo que su espacio puede coincidir en algunas cosas con el kirchnerismo, como «la movilidad jubilatoria, el hospital Garrahan o la universidad”, pero rechazó el populismo y las políticas que «no se trabaje y se tenga que cobrar».
Navarro criticó duramente el armado libertario, señalando que «nunca tuvo una voluntad aliancista, es un armado propio». El dirigente radical consideró que «ha fracasado ese armado, viene fracasando en las elecciones que se ha presentado, salvo ciudad de Buenos Aires, pero después los demás es una derrota estrepitosa y yo les aseguro viene cuesta abajo». Cuestionó que «todos los encabezados de lista de diputados nacionales y provinciales son paladares puros de La Libertad Avanza».
Sobre la fragmentación opositora, Navarro admitió que «es culpa de los egoísmos personales, todos quieren ser cabeza de lista, incluido algunos que están en la lista de La Libertad Avanza, que hasta último momento estaban queriendo entrar en la lista de la UCR y después se fueron porque les ofrecieron algún puesto por ahí». El candidato lamentó no haber podido «armar un gran frente opositor en Catamarca para ponerle un freno al gobierno de Raúl Jalil».
En sus definiciones sobre otros candidatos, Navarro calificó al ministro Fernando Monguillot como «Heidi, el buenito», criticando que «es director de vialidad, es secretario de arquitectura y urbanismo, es ambiente, es ministro de la vivienda» y que hace campaña con obra pública. Sobre Adrián Brizuela señaló que «su propuesta carece de contenido alguno» y que «está pensando en Buenos Aires y no en los catamarqueños». Reconoció no conocer a Fernando Baigorrí y describió a José Jalil Colomé como «amigo personal» con quien «lamentablemente no hemos podido cerrar una alianza».
Navarro proyectó escenarios electorales estimando entre cinco y ocho diputados provinciales para su espacio, considerando que la oposición está «atomizada» y habrá un reparto entre distintas listas. El dirigente confió en obtener una banca nacional: «No soy consciente de que no puedo entrar, yo creo que sí voy a entrar, voy a ser diputado nacional».
Sobre el futuro del radicalismo, Navarro reconoció un proceso de degradación pero confió en la reconstrucción: «Hay muchos radicales, sobre todo gente del interior, que están muy dolidos» por las migraciones partidarias. El candidato anticipó que «los órganos del partido tendrán que actuar y valorar» la situación de quienes «se fueron» a otros espacios, recordando que «la carta orgánica dice que un afiliado radical no puede ser candidato de otro partido».
El dirigente se mostró crítico con el Gobierno nacional, considerando que Milei «es un partido en vía de extinción que no tiene chance de reelección». Navarro atribuyó la situación a que «no se deja ayudar, a los gobernadores que lo acompañaban los atacó, los agredió, a los radicales los insultó».