La NASA ha revelado detalles fascinantes sobre el cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar jamás detectado atravesando nuestro vecindario cósmico. Este visitante, que pasó cerca de la Tierra y el Sol en enero de 2024, sorprendió a los científicos al no desintegrarse y por su composición rica en agua. La información, detallada en la página oficial de la NASA, ofrece una ventana única para estudiar la materia de otros sistemas solares y es un hito para la ciencia astronómica.
Un visitante de otra estrella
Descubierto el 7 de diciembre de 2022 por el sistema de sondeo ATLAS, el 3I/ATLAS fue identificado como un «cometa virgen», lo que significa que probablemente nunca antes se había acercado a ninguna estrella. Se cree que fue expulsado de su propio sistema estelar hace millones de años y ha estado viajando por el frío del espacio interestelar desde entonces, preservando su composición original.
Un cometa que sobrevivió al Sol
El cometa realizó su máxima aproximación a la Tierra el 20 de enero de 2024, pasando a 71 millones de millas (110 millones de km), y su perihelio (máximo acercamiento al Sol) fue el 25 de enero, a una distancia de 92 millones de millas (148 millones de km). A diferencia de otros cometas interestelares que se desintegraron por el calor solar, el 3I/ATLAS sobrevivió a su paso por nuestro sistema solar, un hecho que ha generado gran interés en la comunidad científica.
Una composición rica en agua y un brillo sorprendente
A medida que se acercaba al Sol, el calor provocó la sublimación de sus hielos (pasaron de estado sólido a gaseoso), formando una coma y una cola visibles. Los análisis revelaron que el cometa es notablemente rico en agua. Además, su brillo fue mucho mayor de lo esperado para un objeto de su tamaño, lo que refuerza la teoría de que era su primer encuentro cercano con una estrella.
¿Qué significa este descubrimiento?
La oportunidad de estudiar un objeto interestelar es extremadamente rara. El cometa 3I/ATLAS ofrece a los científicos una muestra prístina de los «bloques de construcción» de otro sistema solar. Su inesperada supervivencia y su composición proporcionan datos invaluables para entender cómo se forman los cometas y los planetas en otras partes de nuestra galaxia.