Matías Nazareno logró lo que pocos: destacarse en dos mundos completamente distintos. Es medio scrum y fullback de Los Teros Rugby Club, con los que pelea campeonatos regionales, y al mismo tiempo lidera el Campeonato Argentino de Rally en una categoría altamente competitiva. Abogado recién recibido, divide su tiempo entre el club, el auto, los viajes y la familia, con un denominador común: disciplina y pasión.
Una vida ligada al rugby
“Juego en Los Teros desde que tenía seis años”, cuenta Mati Nazareno, con el orgullo de quien siente la camiseta como una segunda piel. Hoy integra la primera división del club catamarqueño y se desempeña como medio scrum, aunque también le toca ocupar el puesto de fullback.
Actualmente, la «T» están peleando la punta en dos torneos exigentes: el Torneo 2025 de la Unión Andina y el Torneo Regional Centro B con Córdoba. “Es un compromiso con el equipo, con el club, y eso me exige estar siempre al 100%”, asegura.
El legado familiar del rally
Pero la «guinda» no es su única pasión. El motor le corre por las venas desde chico. “Mi viejo corría en rally y yo de chico hacía karting”, recuerda. Hoy, Matías compite en el Campeonato Argentino de Rally, donde viene liderando la tabla en una categoría repleta de pilotos experimentados.
“Lo encaramos con seriedad, con un equipo muy profesional, y eso se refleja en los resultados. Cada fecha es un sacrificio, pero también una satisfacción enorme”, explica.
El desafío de combinar dos mundos
No es fácil sostener dos deportes tan distintos. “Juego un partido y a los dos días ya estoy viajando a correr”, dice. La exigencia física y mental es enorme: mientras que el rugby demanda gimnasio, entrenamientos semanales y resistencia al contacto, el rally exige preparación técnica, puesta a punto del auto y concentración absoluta durante la competencia.
“El rugby es de mucho contacto, y una lesión me puede dejar afuera de una carrera. Por eso trato de estar siempre en buen estado físico para prevenir golpes que me compliquen en los dos frentes”, admite.
Disciplina, estudios y familia
El esfuerzo no se limita al deporte. Este año, Matías logró recibirse de abogado, un logro que agrega aún más valor a su capacidad de organización. “Cumplir con el estudio, con el club y con el rally requiere estar concentrado todo el mes. No se me puede escapar ningún detalle”, afirma.
También resalta el rol de quienes lo rodean: “Tengo un equipo de rally que me da un auto confiable y un club que está comprometido. En ambos grupos trabajamos de manera profesional y eso me motiva a dar lo mejor”.
Una filosofía de vida
Más allá de los triunfos y los desafíos, Nazareno tiene clara la esencia de lo que hace: “El deporte es vida, es lindo y quiero contagiarlo. Para mí es un acto de amor, de compromiso y de superación”.