viernes, 18 julio, 2025

La ironía se instala en Casa Rosada

Noticias Relacionadas

lunes, 14 de julio de 2025 01:58

La ironía se instaló en la Casa Rosada comandada por Javier Milei, quien necesita ahora cruzar el puente que él mismo se ocupó de dinamitar. En efecto, tras el golpe que le asestaron las provincias la semana pasada, ahora el presidente busca en forma desesperada a los gobernadores, porque necesita frenar las últimas leyes aprobadas. Sin un guiño de los mandatarios, no sólo varias iniciativas encontrarían luz verde y se consolidarían en Diputados, sino que también se derrumbarían sus intenciones de aplicar el veto. Milei se jacta de todo lo que logró en el Congreso con una representación libertaria mínima en números, y es rigurosamente cierto. Pero lo consiguió por el apoyo -muchas veces cuestionado- de mandatarios provinciales que le tendieron la mano, instruyeron a sus legisladores para acompañar, creyendo que se abría así un canal de entendimiento recíproco. Milei no correspondió a esos gestos de afecto, y en cambio sintió que debía multiplicar la presión y trasladar la motosierra a las provincias. Lo que consiguió fue alimentar el fuego que ahora lo está quemando, y no sabe cómo apagar.

Esta semana Casa Rosada intentará reabrir el diálogo con los mandatarios provinciales, y lo más probable es que -una vez más- la mayoría acuda ante el llamado. Menos probable es que retrocedan en el apoyo a las normas que ellos mismos promueven, ya que los recursos que se aseguran mediante la nueva distribución de fondos, son necesarios en cada distrito como el agua. Nación no quiere que Diputados avale lo que el Senado ya dispuso, porque allí quedaría encerrado con el veto como la última opción, veto que a su vez también el Congreso puede desarticular. El propio Milei lo sabe, y por eso avisó que en caso de que su veto sea vetado, recurrirá a la justicia. Todas señales inequívocas: está perdiendo la batalla.

Quizás recién ahora, Milei comprenda que el diálogo era necesario. Quizás entienda que debía negociar, escuchar, acordar, cumplir. Quizás sea demasiado tarde. Porque para reconstruir ese puente hoy hacen falta más que promesas. ¿Qué compromiso podría asumir para hacer retroceder a los gobernadores, cuando no cumplió previamente ni siquiera con quienes se postularon esmeradamente como aliados? El riesgo es que se desate una guerra total. Si Milei se propone responder mostrando más poder de fuego y procurando causar daño, las consecuencias serían irreparables. Todo ello matizado con el vértigo y la sensibilidad lógicas de un proceso electoral en marcha. Llegado este punto, lo que queda expuesto es el nivel de irracionalidad con que se gobierna. El sólo hecho de describir una disputa entre Nación y Provincias es un despropósito, contrario a la sensatez. Lo que se evidencia en definitiva es la falta de política, esa herramienta, ese arte tan despreciado por los libertarios, que llegaron a creer que podían suplantarlo con mensajitos de trolls en redes sociales. A la vista están los resultados.

El Esquiú.com

Últimas Publicaciones