domingo, 6 de julio de 2025 19:00
La actriz Nancy Dupláa atraviesa uno de los momentos más duros de su vida personal. Este sábado, se conoció la triste noticia del fallecimiento de su madre, Elsa Quatrocchi, quien se encontraba en un delicado estado de salud. La artista la despidió con un mensaje breve pero profundamente conmovedor.
“Gracias para siempre, mamita”, escribió en sus redes sociales, junto a una foto en blanco y negro de su madre en sus años de enfermera, y un corazón roto como símbolo de su dolor. La despedida, íntima y sentida, se viralizó rápidamente, despertando una ola de mensajes de cariño y apoyo del mundo artístico.
Aunque el desenlace era esperable por el estado de salud de Elsa, la pérdida deja una marca profunda en el corazón de Dupláa y toda su familia. El vínculo entre madre e hija siempre fue especial. Hace muchos años, en una participación en Sábado Bus, Elsa recordó entre lágrimas el nacimiento de Nancy.
“Yo supe que era Nancy, que no era un varón, en el mismo momento de nacer. La levantó de las patitas y me la mostró. Ahí empecé a llorar como una loca”, relató con la emoción intacta. Esa ternura y admiración por su hija también se reflejaban en anécdotas de su infancia.
“En el colegio era muy buena, siempre líder, desde el jardín. Hasta llegó a pelearse con una monja en el secundario”, contaba entre risas. Aunque soñaba con verla en una carrera universitaria, aceptó con orgullo el camino artístico que eligió su hija. “Cuando vi la primera muestra que hizo, La casa de Bernarda Alba, le pedí disculpas por obligarla a hacer algo que no le gustaba”, confesó Elsa.
Durante la última entrega de los Martín Fierro de Teatro, Pablo Echarri, marido de la artista, ya había hecho una mención que anticipaba el difícil momento: “Este es un premio especial para ella, para que siga poniéndole fuerza”, dijo emocionado al recibir un galardón.
Con un perfil siempre bajo, Elsa fue vista en pocas ocasiones públicas. Una de ellas fue en 2017, cuando su esposo Julio Dupláa fue distinguido como Personalidad Destacada de la Cultura porteña. Aquella noche, toda la familia celebró unida, y Quatrocchi brilló desde el orgullo y la discreción.
Hoy, la despedida se viste de nostalgia y amor. Nancy eligió el silencio y una sola imagen para resumir una vida de vínculos profundos. En tiempos de exposición constante, su homenaje fue puro, genuino y eterno: el adiós de una hija a su primera gran maestra de vida.