La Justicia resolvió el sobreseimiento total y definitivo del empresario y exfuncionario municipal Cristian Guillou, en la causa que investigaba la presunta usurpación del predio del boliche Wika, en el marco del escándalo judicial que envolvió al condenado “trader god” Edgar Adhemar Bacchiani.
La decisión fue adoptada por el Juzgado de Control de Garantías de Tercera Nominación, a cargo del juez Lucas Vaccaroni, quien hizo lugar al pedido del fiscal Juan Manuel Sánchez Ruiz, de la Fiscalía de Instrucción N° 8. El motivo: la prescripción de la acción penal, ya que habían transcurrido más de tres años desde el inicio formal de la imputación, sin que se concretaran medidas clave como la declaración del imputado.
El conflicto comenzó en 2021, cuando Bacchiani firmó un contrato de compra-venta del complejo bailable con Guillou, pero nunca realizó el pago acordado. En enero de 2022, Guillou se presentó en el predio con otras personas y tomó posesión del lugar, impidiendo el ingreso del personal de Bacchiani. Esto fue denunciado penalmente por la expareja del trader, Zaraive Garcés Rusa.
Con el correr de los meses, el caso sumó una segunda denuncia por parte del comerciante Alejandro Segli, quien también reclamaba la propiedad del boliche tras una presunta operación de compra con Bacchiani. Ambas denuncias fueron unificadas bajo el mismo expediente y recayeron inicialmente en la Fiscalía de Hugo Costilla, quien luego fue apartado de la causa.
Pese a que Guillou había sido imputado como coautor del delito de usurpación, la fiscalía concluyó que ya no era posible sostener la acción penal por el tiempo transcurrido y la falta de interrupciones del plazo legal de prescripción. El juez también resolvió el archivo de las actuaciones iniciadas por Segli.
Así, tras más de tres años de idas y vueltas judiciales, la causa por la toma del predio de Wika quedó cerrada de forma definitiva.