sábado, 24 mayo, 2025

Volver a debatir el modelo del país

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La propuesta del Gobierno nacional de reformar el impuesto al valor agregado (IVA), reemplazando el criterio actual de coparticipación del tributo por uno donde cada provincia establezca su propia alícuota, vuelve a poner en debate qué modelo de país se busca para el futuro y saca a la luz las asimetrías que siguen existiendo entre las provincias que componen la Argentina.

En la actualidad, la alícuota general del IVA es del 21%. Este impuesto es recaudado por el Gobierno Nacional mediante ARCA y se reparte entre Nación y provincias en base a la coparticipación. El Gobierno propone que el nuevo IVA conste de una alícuota del 10% que será para Nación y una del 11% para cada una de las provincias.

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) analizó cómo se origina y distribuye actualmente la recaudación del IVA y qué impacto en las finanzas provinciales tendría la propuesta libertaria. Del trabajo se desprende que la Provincia de Buenos Aires aporta el 41,97% del total de lo recaudado, CABA el 12,44%, Córdoba el 8,80% y Santa Fe el 8,95. En la otra punta, Catamarca, La Rioja y Tierra del Fuego aportan entre el 0,4 y el 0,5%.

Por su parte, con la distribución actual, la Provincia de Buenos Aires se queda con el 11,18%, CABA con el 1,22%, Córdoba con el 4,50% y Santa Fe con el 4,63%. Mientras que Catamarca recibe el 1,36%, La Rioja el 1,03% y Tierra del Fuego el 0,61%.

Los gobernantes actuales y futuros tienen la obligación de repensar un modelo de país que contemple a todos y no deje a nadie afuera. Los gobernantes actuales y futuros tienen la obligación de repensar un modelo de país que contemple a todos y no deje a nadie afuera.

Con el esquema que propone el Gobierno, solo seis jurisdicciones verían aumentos en sus ingresos: CABA (+ 430%), Provincia de Buenos Aires (+95%), Neuquén (+10%), Chubut (+3%), Córdoba (+2%) y Santa Fe (+1%). Las 18 restantes sufrirían pérdidas, siendo Catamarca la más afectada, con una caída estimada del 85% en relación con los ingresos actuales, seguida por Formosa (-77%) y La Rioja (-74%). Para mantener los actuales ingresos, las provincias perjudicadas tendrían que tener una alícuota de IVA provincial superior al 11%. Las que más deberían aumentar serían Catamarca (81,4%), Formosa (56,5%) y La Rioja (52,9%). Algo imposible de llevar a la práctica.

Si bien se podría considerar que la propuesta nacional busca brindar más autonomía a las provincias, lo cierto es que la realidad de todas ellas es muy distinta. El sistema actual de reparto, si bien imperfecto, tiene como fin compensar las asimetrías estructurales existentes entre las jurisdicciones, en función a sus necesidades históricas, geográficas y sociales. La alternativa del Gobierno rompe esa lógica solidaria y consagra un modelo centralista donde las más ricas, como Buenos Aires y CABA, salen beneficiadas y las más vulnerables, como Catamarca, quedan libradas a su suerte.

No hay dudas de que el sistema de coparticipación actual requiere una revisión profunda pero pensar en una reforma que solo pone el ojo en lo que aporta cada provincia en forma aislada, no es progreso, sino un retroceso que terminaría por sepultar un desarrollo armonioso del país.

En este sentido, los gobernantes actuales y futuros tienen la obligación de repensar un modelo de país que contemple a todos y no deje a nadie afuera. Porque el federalismo no se construye solo con autonomía, sino también con solidaridad y visión compartida de progreso.

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