viernes, 23 mayo, 2025

Jurado popular declaró culpable a acusado de amenazas e intento de femicidio

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El lunes se realizará la audiencia de cesura de pena

El Ministerio Público Fiscal había insistido con la imputación. Los jurados deliberaron por una hora y media, aproximadamente.

A las 15.42, el jurado había llegado a un veredicto unánime y 20 minutos después se conoció la decisión. Ángel Mariano Barros fue declarado culpable en los delitos de “amenazas coactivas” y “homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por mediar violencia de género (femicidio) en grado de tentativa”. Tras escuchar el veredicto, el juez director Jorge Palacios agradeció a los jueces de los hechos –los jurados- por su labor en este juicio popular. Luego, fijó audiencia de cesura de pena para este lunes, 26 de mayo, a las 9, en la sala de debate de la Oficina de Gestión de Audiencia (OGA) del Poder Judicial.

El debate había comenzado el martes y pasadas tres jornadas se arribó a un veredicto unánime, como lo establece la Ley Provincial 5719 de Juicios por Jurados. El Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales Alejandra Antonino y Miguel Mauvecín, habían insistido en la imputación por la que finalmente fue declarado culpable.

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Finalizado el juicio popular, el fiscal de Cámara Mauvecín expresó que el veredicto de culpabilidad por intento de femicidio “es un logro del Ministerio Público Fiscal y de la fiscal Antonino que con gran solvencia llevó adelante este proceso hasta el final. Trabajamos incansablemente. El jurado –los jueces de los hechos- es soberano y hay que respetar su decisión. Aceptó las pruebas que presentó el Ministerio Público. En los alegatos de cierre expresé que fuimos los únicos que presentamos prueba y ésta era sólida, coherente, contundente y seria. Teníamos altas expectativas con que este juicio iba a llegar a este resultado”.

A su turno, la fiscal del caso Antonino admitió que se trató de un caso “difícil”. Remarcó que en esta ocasión, no hubo apoyo de la víctima. En debate, la víctima había expresado que perdonaba a su agresor. Barros, al momento de declarar, había reconocido que la había golpeado pero negó su intención de matarla. Una perito del Cuerpo Interdisplinario Forense (CIF) del Poder Judicial había explicado al jurado sobre el espiral de violencia.

“Como fiscal especializada, tenía el rol y la obligación constitucional, convencional y legal de actuar con diligencia debida reforzada. Esto quiere decir que debíamos ser muy exhaustivos en esta investigación. Cuando nos encontramos en una situación de este tipo, con una víctima que acude a la Justicia en un primer momento, tiene una versión y luego se retracta, estamos obligados –por estos principios y por el artículo 72 inciso 2 del Código Penal- a seguir de oficio porque representamos los intereses de la sociedad. Cuando hay una situación de riesgo o una situación de seguridad pública, debemos investigar los motivos. Investigamos los motivos; pedimos una pericia psicológica y se advirtió que la voluntad de la víctima no era libre. Nos veíamos en la obligación de continuar con una causa que tenía un escenario adverso. En este caso, había una víctima que por el daño psicológico no podía dimensionar la situación. También había víctimas indirectas, la familia de la denunciante y su bebé -que llevaba en su vientre al momento de la agresión y pudo haber perdido-; hoy es sujeto de derecho. Agradecemos al jurado, por haber tenido esta valentía en esta participación ciudadana”, sostuvo.

En alerta

El espiral de violencia

  • En este juicio popular, también estuvo la psicóloga de la OGA Soledad Leiva, quien acompañó a la denunciante. En este caso, el acusado respondió por un delito contra la mujer.
  • Además, la violencia funciona con una dinámica particular. “Es en círculo o un espiral porque va aumentando la intensidad y la frecuencia con el tiempo. Por eso también es muy difícil poder romper el círculo de la violencia porque está conformado por tres fases sucesivas que van empeorando o agravando la situación de violencia”, explicaron profesionales en esta temática.
  • Este espiral es un círculo de la violencia. La violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica o en espiral ascendente, especialmente la ejercida por sus parejas.
  • Fase de tensión, se caracteriza por una escalada gradual de la fricción y los conflictos en la pareja. El hombre violento expresa hostilidad pero no en forma explosiva.
  • Fase de agresión. Se hace totalmente visible la agresión.
  • Fase de conciliación o luna de miel es cuando hombre violento suele mostrar arrepentimiento y pedir perdón, hace promesas de cambio y muestra afecto exacerbado. Tras el cambio aparente, la mujer puede justificar a su pareja.

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