sábado, 17 mayo, 2025

Así me pagan: grave denuncia de un peón rural de Las Juntas tras 25 años de trabajo sin derechos

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Miguel Antonio Rodríguez, vecino de Las Juntas, denuncia un caso de violación de derechos laborales, abandono y retención indebida de bienes, tras haber trabajado 25 años en condiciones precarias en una estancia de la localidad.

Según relató a la prensa local, fue despedido en diciembre sin cobrar indemnización, sin haber gozado jamás de vacaciones, feriados o descanso, y sin que se le respetaran derechos laborales básicos.

“Trabajé 25 años sin un solo día libre. Cuando pedí lo que me correspondía, me echaron con lo puesto y me tiraron mis cosas a una pesebrera”, expresó con dolor.

La historia de Rodríguez se vuelve aún más cruda cuando describe que, tras negarse a firmar su jubilación sin que le reconocieran una deuda económica, se encontró con el candado del portón cambiado, una denuncia por ocupación en su contra y todas sus pertenencias retenidas.

“Tenía una pieza con llave. Me sacaron todo y lo tiraron donde estaban los caballos. Toda mi ropa, los papeles de mis hijos, todo mojado, lleno de ratas”, denunció.

El caso ya está siendo investigado por la Fiscalía N°4, y Rodríguez cuenta con asesoramiento legal. En la denuncia señala como responsables a Gustavo Piñata, María Luisa Barros y Julio Barros, ex empleadores, a quienes acusa de haberlo dejado “con nada” y de retenerle animales, herramientas y objetos personales.

“Me dejaron sin nada. Se quedaron hasta los caballos, las monturas, los perros, herramientas de trabajo. Todo está registrado a mi nombre. Tengo papeles, y el fiscal también”, aseguró.

A pesar de haber recuperado una parte de sus cosas recientemente, Rodríguez afirma que muchas siguen faltando. “No me devolvieron ni los utensilios de cocina. Ni ollas, ni cubiertos. Y lo que me entregaron está arruinado. Es una humillación”, expresó.

El peón rural trabajó en la estancia Las Lajas, en el departamento Ambato. Asegura que tanto él como su familia vivieron y trabajaron allí sin contrato, sin aportes y sin ningún tipo de protección legal. “Mis hijos también ayudaban con la cosecha. Ni un par de zapatillas recibieron”, lamentó.

Ahora, Miguel Rodríguez intenta reconstruir su vida desde cero. “No tengo nada. Ni muebles, ni ropa útil. Todo lo que tenía está arruinado. Tengo que empezar de nuevo” resaltó.

Rodríguez pidió que su caso se haga visible, “Que vean lo que hicieron conmigo. Yo no me robé nada, trabajé toda la vida. Y así me pagan”, concluyó.

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