sábado, 10 de mayo de 2025 19:00
El escándalo estalló y nadie lo vio venir. Diego Brancatelli nuevamente quedó en el centro de la polémica, pero esta vez no se debió a su ideología política ni a sus dichos sobre la labor de uno de los futbolistas más amado del mundo, Lionel Messi, sino por su accionar en el plano sentimental.
Luego de que se filtraran rumores de una supuesta infidelidad del periodista con su colega Luciana Elbusto, lo que al principio parecía una versión sin fundamentos terminó tomando fuerza, hasta llegar, finalmente, a oídos de su esposa y madre de sus dos hijos, Cecilia Insinga.
Todo comenzó cuando Luis Ventura deslizó al aire que el comunicador habría confesado haberle sido infiel a su pareja. La bomba no tardó en replicarse en todos los portales, y la pregunta se volvió inevitable: ¿Cecilia sabía? ¿Cómo reaccionó? La respuesta no tardó en llegar y sorprendió a todos.
“La verdad es que está todo bien y no tengo nada que decir”, soltó Insinga, seca, sin rodeos y con un tono que, lejos de calmar las aguas, encendió aún más las especulaciones. ¿Fue indiferencia o una manera de contener la furia? En los pasillos de América aseguran que, puertas adentro, la reacción fue muy distinta.
Según trascendió en otros programas, la periodista habría llamado en privado a un colega antes de que la noticia se hiciera pública. “Estaba enojada, desconfiando de que había algo más detrás. Mandó mensajes y hasta llamó por teléfono para pedir explicaciones”, detallaron.
Mientras tanto, Brancatelli no pudo evitar hacer su descargo al aire. “Debería reírme de esto, si no fuera porque atrás tengo una familia, una mujer y dos hijos, que ya son grandes y ven todo”, dijo con voz quebrada, intentando dar por cerrado el tema. Pero lo cierto es que, con sus palabras, terminó dándole aún más visibilidad.
“No voy a hablar ni dar notas. Toda explicación que tenga que dar, lo haré en el ámbito privado como corresponde”, sentenció. Y remató mirando fijo a cámara: “Mi verdad va a estar donde tiene que estar”. Ahora, todos se preguntan lo mismo: ¿es este el principio del fin de una de las parejas más sólidas del periodismo? Por ahora, el silencio de Cecilia dice más que mil palabras… y el escándalo está lejos de apagarse.