En Catamarca, el debate por la regulación de las plataformas digitales de transporte como Uber ha escalado a niveles inéditos, enfrentando a trabajadores, exponiendo falencias en el sistema y poniendo en evidencia la urgencia de una solución que garantice derechos para todos. Mientras taxistas y remiseros denuncian la competencia desleal y la ilegalidad del servicio, conductores de Uber reclaman su derecho a trabajar y acusan persecución.
Miriam Ramírez, secretaria general del gremio de taxis, no dudó al describir la situación: «La verdad que estamos muy mal. Hoy salí a las seis de la mañana y las colas en la terminal llegaban hasta la Zurita. Cuando ves eso, es porque no hay trabajo», dijo.
Ramírez atribuyó la crisis a la falta de atención histórica por parte de los empresarios del sector y a la ausencia de políticas que protejan al transporte tradicional, «nosotros creemos en la palabra del Ejecutivo Municipal y a eso vamos, para generar y encontrar una solución, porque el servicio también se da con el Estado haciéndose cargo de muchas cosas, de ayudar para ese servicio», sostuvo.
Entre los problemas que mencionó figuran los altos costos de las licencias de conducir, la falta de renovación de unidades y la desprotección estatal. Sin embargo, aclaró que no se rendirán, «estamos de pie, sabemos lo que enfrentamos y afrontamos. Esto no se hace compitiendo, sino que combatamos con todo esto, con lo que corresponde a nivel legal, porque parece que últimamente a todo el mundo le gusta transgredir la ley y esperamos encontrar la comprensión y el apoyo por parte del Ejecutivo», dijo.
Uber, en la mira
Del otro lado del conflicto, los conductores de Uber denuncian prácticas abusivas. Ubermotovlog, un joven que trabaja con la plataforma y documenta sus viajes en redes sociales, contó en diálogo con «Tiempo Real» de Ancasti Streaming cómo le secuestraron su moto bajo el argumento de una luz trasera quemada, algo que asegura era falso. «Tenía todo en regla, pero como vieron el soporte del celular, me multaron igual», afirmó.
El caso no es aislado. Según el conductor, muchos compañeros recibieron multas en distintos operativos municipales, «piden un Uber y cuando llegás, te caen encima», describió. Además, señaló que muchos taxistas también usan la aplicación de manera clandestina, algo que planea denunciar con videos.
Por su parte, Walter Brizuela, representante de taxistas y remiseros, defendió los operativos y recordó que Uber es ilegal en la provincia. «Mucha gente que usa esta aplicación no sabe que hay una ley provincial que lo prohíbe y una ordenanza municipal. Hay un marco regulatorio, pero las empresas no se normalizan», sostuvo.
En este sentido, admitió que algunos taxistas usan la app, aunque evitó juzgarlos: «Ellos saben que está prohibido, pero hay que concientizar a los compañeros, así que a medida que vayan haciendo los operativos se va a ir viendo el fruto de eso», dijo.
Tensión en la Legislatura
El debate sobre la regulación de Uber en Catamarca generó fuertes cruces entre legisladores provinciales, mientras trabajadores de plataformas digitales exigen definiciones concretas y denuncian la falta de respuestas del Municipio capitalino.
Desde el oficialismo, la diputada Cecilia Barros salió a desmarcarse de las críticas afirmando que “el Municipio de la Capital está trabajando desde hace meses en una reglamentación” y que “se busca el consenso entre taxistas y prestadores de plataformas para que puedan convivir sin que nadie pierda su trabajo”. A su vez, Barros advirtió sobre la necesidad de controlar el servicio Uber Moto “por cuestiones de seguridad”, aunque negó que se pretenda prohibirlo.
Sin embargo, las declaraciones de Barros generaron una dura respuesta por parte del diputado radical Tiago Puente, quien denunció que “no se está trabajando en nada concreto” y que lo que hoy se vive es consecuencia de la falta de voluntad política del Municipio, que a pesar de la existencia de una ley provincial vigente (Ley 5825) que regula este tipo de plataformas, “optó por prohibir la actividad en lugar de reglamentarla”.
“Esto no es un show, como algunos dicen. Esto es la realidad de cientos de trabajadores que quieren trabajar dignamente y no pueden”, agregó.
“El debate está planteado. Lo que falta es decisión política para salir del parche y avanzar hacia una solución que beneficie a todos los catamarqueños”, concluyó Puente.