Ambos escritores fueron amigos entrañables durante los años en los que el Boom Latinoamericano fue el fenómeno editorial con mayor impacto en el mundo. Durante aquellos años, Vargas Llosa y García Márquez compartieron no solo la pasión por las letras; sino también ideales similares y una íntima amistad. Sin embargo, los años de relación se vinieron abajo en el altercado ocurrido en México, en 1976.
El inicio de su relación
Según diversas fuentes, ambos se conocieron en el aeropuerto de Caracas, en agosto de 1967. Por aquel entonces ambos eran escritores consagrados: Vargas Llosa había publicado su novela La ciudad y los perros en 1962 y con ella obtuvo el reconocimiento de este continente e incluso del europeo al haber sido el ganador del premio Seix Barral de novela. Por su parte, García Márquez recientemente había alcanzado a publicar su obra maestra, Cien años de soledad, y con ella su exponencial fama internacional.
A partir de ese momento los dos tuvieron una relación fluida en cuanto a lo personal y lo profesional. De hecho, el propio Vargas Llosa en varias entrevistas, artículos y libros ha hablado sobre la novela ejemplar del colombiano, caracterizándola como una «novela total».
Desde lo personal, la amistad se volvió íntima, llegando al punto que incluso García Márquez fue el padrino de Álvaro, el hijo mayor del escritor peruano.
Sin embargo, esta relación, en apariencia cordial e incluso idílica, llegaría a su fin en 1976.
La ruptura
Concretamente, el hecho ocurrió en febrero de 1976, en el auditorio de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica de México, un teatro en el que se proyectaba en una función privada La odisea de los Andes, documental sobre los rugbiers uruguayos varados en Los Andes.
Entre los presentes se encontraban Mercedes Barcha, esposa de Gabo; Patricia Urquidi, la esposa de Vargas Llosa; y la escritora Elena Poniatowska, quien, según se dice, sugirió ir a un restaurante cercano luego del incidente para conseguir un corte de carne cruda que Márquez pudiera colocarse en el ojo.
Según los relatos, el incidente comenzó cuando García Márquez se acercó alegremente al peruano con los brazos abiertos y diciéndole “¡hermano! ¡hermanazo!”. Sin embargo la respuesta no fue la esperada, puesto que Vargas Llosa le dio un puñetazo directo en la cara del escritor, para luego supuestamente lanzar una de las frases que sentenciarían la historia del Boom: «Es por lo que le hizo a Patricia».
Los porqués del incidente
Múltiples teorías han surgido alrededor del incidente, hay algunos que acusan a diferencias ideológicas y políticas entre los dos escritores. Por otra parte, autores como Jaime Bayly, sugieren que la situación se dio a raíz de la cercanía de García Márquez con Patricia Llosa, quien era entonces la esposa del escritor peruano. De hecho, el propio Bayly explora la relación entre ambos escritores en su novela Los genios.
Por su parte, ya alejado de la ficción, el escritor Xavi Ayén en su libro Aquellos años del Boom realizó una investigación sobre todo lo que rodeó a este conjunto de escritores. En dicho libro, además, el propio Xavi asegura que este incidente marcó el fin el fin de una de las épocas de mayor esplendor literario en nuestro continente.