La detección de un caso de dengue importado en el barrio Tabacaleros de la localidad de Santa Rosa, Valle Viejo, generó preocupación social y una fuerte reacción política. El enero catamarqueño venía transcurriendo tranquilo, colmado de festivales. La atención estaba puesta en las lluvias copiosas y sorpresivas, pero el mosquito del dengue no aparecía como una amenaza. Sin embargo, “picó” en Valle Viejo, disparó la virulencia política y adelantó la pelea electoral que se viene.
En ámbitos oficiales destacan que es el primer caso importado y corresponde a una persona que había viajado a Tucumán. Según información a la que accedió este medio, el año pasado a esta altura del año se habían registrado 53 casos.
53 personas infectadas el año pasado contra uno de este año es una brecha importante, pero no es motivo para aflojar la prevención.
Quien que quedó expuesta fue la intendenta de Valle Viejo, Susana Zenteno, ya que la oposición venía poniendo en evidencia los problemas que tiene la gestión. A principios de mes, el concejal Gerónimo Cabrera (UCR) denunció públicamente la existencia de un foco infeccioso en el departamento Valle Viejo, provocado por camiones municipales que utilizaban terrenos para el vertido de desechos contaminantes. La situación, según el edil, puso en peligro la salud de los vecinos y especialmente de los niños que realizan actividades recreativas cerca de un predio deportivo en inmediaciones del barrio La Antena. Al día siguiente la Municipalidad reconoció el problema y realizó una intervención para limpiar la zona.
A los pocos días, los vecinos denunciaron el cierre de varios Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS). El municipio negó que sea por vacaciones como expresaba un improvisado cartel en una de las postas sin un emisor identificado. La secretaria de Salud Municipal, Verónica Villafáñez, confirmó que son tres los CAPS cerrados de manera temporal por refacciones. El momento no fue el adecuado y menos que todas las refacciones sean juntas. Para colmo, el caso de dengue se registra en las inmediaciones de uno de los CAPS.
La oposición advirtió dos traspiés de la jefa comunal en poco tiempo y de inmediato los vinculó con la falta de planificación de la gestión para la prevención de la enfermedad, aunque el caso detectado sea importado y aunque la responsabilidad por la prevención no es solo del municipio; hasta hace poco tiempo era un problema multisectorial que se abordaba en el COE. Rápido de reflejos apareció en escena el presidente de la juventud radical, Ángel Barrios, quien acusó a Zenteno de mal desempeño de los deberes de funcionario público y consideró que el cierre de las postas “generó abandono de personas y la falta de atención médica adecuada”.
El radicalismo chacarero afina el lápiz, sabe que comenzaron los dos últimos años de la gestión de Zenteno y que no hay sucesión a la vista. Cualquier desliz tendrá consecuencias virulentas.n