En las últimas horas, se dio a conocer la triste noticia del fallecimiento de Ramón Iturres, un reconocido canillita que durante más de cinco décadas se desempeñó en la esquina de Rivadavia y República, en pleno centro de la Capital. Su hija fue quien informó el hecho a través de una publicación en su cuenta de Facebook.
Iturres, con 53 años de trayectoria ininterrumpida, era una figura icónica para muchos vecinos y transeúntes habituales del casco céntrico. Su puesto de diarios y revistas no solo ofrecía información diaria, sino que también era un espacio de cercanía y diálogo para los ciudadanos. Ramón supo mantenerse firme en su actividad, a pesar de los cambios sociales y tecnológicos que afectaron al consumo del diario impreso.
En diversas entrevistas, el propio Iturres había relatado cómo inició su carrera: “Primero lustraba zapatos y después ascendí a canillita. Me siento orgulloso por la actividad que hago, porque este es un trabajo digno. Es sacrificado, pero me ha dado muchas satisfacciones”.
Sin embargo, también compartió las dificultades que enfrentó con la llegada de la tecnología, que transformó drásticamente el consumo de noticias. “Las ventas bajaron mucho, pero seguimos gracias a la gente mayor, que aún prefiere el papel”, comentó en una oportunidad.
El trabajo de Ramón también le demandó sacrificios personales, como él mismo reconoció en varias ocasiones. A pesar de ello, siempre destacó el amor y compromiso que sentía hacia su labor. Su partida marca el fin de una etapa significativa en la historia de Catamarca.