El florista Maximiliano Gutiérrez (27) contó su verdad acerca del ataque sufrido por Juan Ignacio Reyes Modotti (19) y cómo escapó de la muerte. “Fue de película, es difícil trasladarlo a la realidad, no lo entendés”, indicó en una entrevista desde la redacción de El Ancasti, sobre lo sucedido en aquella noche del 12 de diciembre.
Aseguró que Reyes Modotti lo drogó con “bombones” y bebida. “Me dijo ‘tomá, amor, es café’, y no era café, era otra cosa”. Sostuvo que tenían una relación «abierta» y que conocía y compartía frecuentemente con la familia de su agresor.
Declaró que el miedo a la muerte, la adrenalina y la madre de su atacante lo salvaron. «Me quiso eliminar», analizó Gutiérrez, que sorprende a los médicos con su recuperación.
El florista contó cómo fue la reunión con Reyes Modotti y que desde su casa en Valle Chico fue trasladado a Valle Viejo, al domicilio del atacante.
“Yo me despierto en el tramo final donde este asesino trataba de clavarme un tornillo, me despierta el ruido de un portón que se abre”. Dijo que Reyes Modotti le introdujo un tornillo en la cabeza para matarlo y dejarlo encerrado en un ropero. “Fue frío, todo premeditado”.
“Me estaba clavando un tornillo. Quien me salva es la madre, que abre el portón, Yo escucho a una persona que está en el patio gritando ‘Juan, Juan’ y en eso logro salir de ese ropero y me tiro en la cama boca a bajo. Mientras la madre decía ‘abrí, Juan, Abrí, y él le contesta volvé más tarde”.
Para fortuna de Gutiérrez, los gritos de la madre del acusado lo detuvieron. “Yo pensé que no iba a parar, que me iba a matar, la adrenalina y el miedo a morir me salvaron”.
“Un coto oscuro”
Frente al espejo, Gutiérrez notó la protuberancia en su cabeza. Se duchó para sacarse la sangre, antes de decidir ir hasta el Hospital San Juan Bautista.
Lo increíble es que luego del ataque mantuvo el conocimiento. “Le conté (a la madre de Reyes Modotti) lo que había pasado, lo de la florería, que estuvo en casa, no me creía. Me dijo ‘él es chico, qué le hiciste’, yo trataba de calmarla”.
Señaló que no tomó dimensión de lo que había sucedido y la gravedad, porque estimaba que cuando la madre de Reyes Modotti llegó a la casa eran las 20 horas.
El ataque, confirmó, ocurrió con un martillo y un tornillo.
“Llegaron otras chicas, nadie entendía nada. Yo me quería ir, se agarraban la cabeza de la desesperación por lo que había pasado”.
Reyes Modotti está imputado por «homicidio en grado de tentativa doblemente calificado por mediar relación de pareja y por ensañamiento”
“Vi la muerte de cerca”
Maxi Gutiérrez expuso que “nadie llamó a la policía” ni a una ambulancia, a pesar de semejante cuadro. “Está bien si no me creías, pero llama a la policía, que se encarguen profesionales” de la situación.
Pasadas las horas, logró salir de la casa ubicada en Pozo el Mistol, Valle Viejo, y salió al Hospital San Juan Bautista.
“Mabel me da la llave (del auto), eran las 9.30 (de esa noche). Me cambié de ropa, parado en la calle, me pongo un jean, una remera y un saco porque tenía frio. Arranco y digo vamos, giro en ‘u’ y no tenía fuerza. En el INTA hay una virgencita y le dije ayúdame a llegar. Pasé Sumalao, el Changomás, sabía que tenía que llegar, que me moría si no llegaba”.
Rostros
En el Hospital, Maxi dijo que le asombraba las caras de las personas cuando lo miraban. “Ingresamos por guardia y todo el mundo me miraba, me decían qué te pasó”, y que él le preguntaba a la enfermera: “Dígame, me voy a morir, y les pedía disculpas, no podía entender cómo había llegado así”.
Por otro lado, ante la denuncia de abuso sexual que Reyes Modotti plasmó en su contra, dijo que “no se le puede creer, es un asesino. Además, semejante tipo”, en referencia a la diferencia de estatura entre él y su agresor.
Agregó que nadie de la familia Reyes Modotti, quien está en el penal de Miraflores mientras avanza la causa, se acercó a ofrecer una disculpa.
Embed – EN VIVO | Entrevista al florista Maxi Gutiérrez | El joven emprendedor, popularmente conocido como “el chico de las flores”cuenta su verdad del brutal ataque que recibió el pasado 12 de diciembre | By El Ancasti