La madre del tercer bebé fallecido en el Hospital Neonatal de Córdoba en 2022, Julieta Guardia, declaró este miércoles en el juicio por la muerte de cinco recién nacidos y apuntó contra la principal imputada, la enfermera Brenda Agüero, a quien aseguró recordar «muy bien».
«No recuerdo nombres, pero sí recuerdo muy bien rostros y el rostro de ella. Me lo acuerdo muy bien, la vi en la sala de prepartos, de partos y de recuperación. No cruzamos palabras, pero la vi», aseguró ante el jurado popular en la séptima audiencia del juicio que se realiza en Tribunales II.
El hijo de Guardia, Ibrahim, nació «sano y bien» el 23 de mayo de 2022 al mediodía. La mujer identificó a Agüero como la enfermera que la acompañó en la sala de recuperación. «En un momento ella le dice a mi mamá que baje porque en la guardia había un menor que preguntaba por ella. Mi mamá bajó y le dijeron que nadie la llamó», recordó.
«En ese momento Brenda se lo llevó, dijo que para un nuevo chequeo. Yo confié en ella, no sabía que venían pasando cosas raras en el hospital. Cuando vuelve, me trae a mi hijo llorando», contó. La madre de Guardia, Gloria Carabajal, corroboró el testimonio de su hija y también señaló a Agüero: «Usted, señorita, me sacó de ahí».
Guardia contó cuando la enfermera trajo de vuelta a su bebé, después de 15 minutos, lo vio algo morado y cabizbajo. «Ya no me tomaba el pecho, abría un solo ojito. No hice nada, decidí no preocuparme en ese momento. Y me culpé por eso», lamentó. Entre lágrimas, la mujer relató el momento en que Ibrahim falleció.
«Eran más de las 20, se durmió y aproveché para darme una ducha. En ese momento dije: ‘Algo no está bien’, lo sentía en mi corazón. Yo podía ver a mi hijo porque lo tenía enfrente de la ducha y pensé que estaba dormido, pero cuando salgo veo que Ibrahim ni siquiera se movía. Cuando lo giro, ya estaba sin vida. Fueron cinco minutos y mi hijo murió», sostuvo.
«Después me enteré de que mi hijo había muerto por una cantidad terrible de insulina, a mi hijo lo reventaron con esa cantidad que le pusieron. En unas horas se me fue, le reventaron el organismo, su corazón. Ya venían pasando cosas y nadie me dijo nada», reclamó la mujer.
Contó que tras la muerte de Ibrahim tuvo que recibir «ayuda psicológica y psiquiátrica» e intentó quitarse la vida tres veces. «No es nada fácil seguir sabiendo que otra persona te quita la vida de tu hijo, la vida no vuelve a ser la misma. Lo único que pido es que se haga justicia no solo por el mío, sino por las otras criaturas», concluyó.