Radicales con peluca

Una comitiva de diputados radicales se trasladó ayer a la Casa de Gobierno para mantener una reunión política con el Presidente Javier Milei, encuentro que desencadenó toda clase de especulaciones sobre el contenido y los alcances del acercamiento, al cual se le dio conveniente difusión precisamente para alentar los rumores que fortalecen al plan libertario. El grupo de radicales que fueron a escuchar a Javier y su hermana Karina incluyó al catamarqueño Francisco Monti y estuvo liderado por el presidente de la bancada  de la UCR en la Cámara Baja del Congreso de la Nación, Rodrigo de Loredo. Como para ponerle más pimienta al diálogo, se sumaron los tres diputados que fueron expulsados recientemente por la Convención radical. La premisa “divide y reinarás” en su máxima expresión. Y el abanico de posibilidades se expande al infinito: para algunos es un mensaje de Milei para Mauricio Macri, mostrándole que no lo necesita y puede acordar con el radicalismo. Mientras tanto, muchos radicales, esos a quienes Milei calificaba de “putitas del peronismo”, se muestran sin rencores y entusiasmados con la idea de concretar un nuevo romance tras la fallida relación con el PRO.
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“El año transcurrido nos encontró, aun en nuestras diferencias, contribuyendo a que el Gobierno disponga de herramientas valiosas y necesarias para lograr reformas y estabilidad económica”, se ocupó de señalar De Loredo, selfie mediante y antes de la foto oficial en el despacho. Hablaron luego del diálogo y del consenso, sin negociaciones ni compromisos, todo por amor a la Patria y el bienestar de los argentinos. No todos compartieron esa mirada idealista. El radical Fernando Carbajal habló de “genuflexión” y analizó crudamente que “nadie se hace oficialista gratis. Ya vamos anotando cargos en ministerios y delegaciones. ¿Van por más? No creería mucho en las promesas de Milei”. Otro legislador radical, Manuel Aguirre, encendió las alarmas para advertir a sus excorreligionarios: “no actúen como una colectora del Gobierno, o terminarán igual que el PRO”.
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El resto se cae de maduro: unos y otros comenzaron a evaluar la posibilidad de sellar una alianza electoral. Luis Picat fue explícito: “Vayamos todos juntos el año que viene, somos muchos los radicales que hemos acompañado el año pasado a Patricia Bullrich, que estamos acompañando el cambio”. En Catamarca, se sabe, las aguas están divididas. Y no sólo en el radicalismo, también entre los libertarios. “Ellos salieron cuartos en la elección, nosotros segundos y estamos creciendo, hacer una alianza es negocio para ellos. No podemos permitir que se suban al tren los mismos de siempre: si gobierna el radicalismo los cargos son para ellos, si gobierna Macri los cargos son para ellos, ahora gobierna Milei y quieren los cargos para ellos. Basta, vinimos a combatir la casta, no los necesitamos”, rezongaba un conocido dirigente del “león” en la sede de calle Perú, indignado al ver a Monti a la izquierda de Milei en la foto. ¿Lo escucharán o todo se cocinará allá donde atiende Dios… en Buenos Aires?