miércoles, 25 diciembre, 2024

Luciano Crespi: La adrenalina que genera manejar un auto de competición bloquea cualquier tipo de miedo

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Ayrton Senna supo convertirse en uno de los mejores deportistas brasileños del Siglo XX. Gracias a su carisma, su feroz espíritu competitivo, una personalidad firme y determinada y al coraje exhibido en las pistas, el tricampeón de Fórmula 1 recibió la clase de idolatría que el pueblo brasileño solía reservar, hasta ese momento, para los futbolistas, los músicos y los artistas populares.

Semejante vida merecía contarse en una serie de Netflix y como ante cada evento decisivo a nivel mundial, siempre hay un argentino involucrado en el corazón de los hechos. En este caso se trata de Luciano Crespi, piloto argentino de gran trayectoria, que tuvo junto a su familia un rol fundamental en el relato de seis capítulos. En esta charla con NOTICIAS, Crespi entra a boxes, cambia neumáticos y arranca raudamente a contar su historia.

Noticias: ¿Cómo se vinculó con la serie de Senna?

Luciano Crespi: Hablo en nombre de la empresa Crespi que es de la familia, fundada por nuestro padre Tulio en 1963 y que desarrolla todos los monoplazas que ves hoy en el país. Muchos años después apareció este gran desafío que asumimos con el compromiso y la responsabilidad que se merece porque es algo extraordinario y apasionante, nos tocó construir autos de época de Fórmula 1 para la serie de Ayrton. Nos localizaron por medio de la producción, en ese momento yo estaba viviendo en Suiza, trabajando en un equipo internacional de Fórmula 3. Fue en el 2020, en plena pandemia, el día que me llamaron por primera vez iba andando en bicicleta del taller a mi casa, sonó el teléfono, atendí y empezamos a charlar. La primera conversación para una serie sobre Senna la tuve en bicicleta, ¡imaginate! (se ríe)

Noticias: ¿Cómo fue ese primer llamado?

Crespi: Ese primer llamado fue la introducción a una idea que tenían, la de fabricar réplicas de autos de 1981 donde me hablaron de los Fórmula Ford. Después de a poquito, con el correr del tiempo y de las charlas, me confirmaron que era para la serie de Senna. Recién entonces supimos que necesitaban fabricar los Fórmula Ford 2000, los Fórmula 3 y los Fórmula 1. Ahí fue cuando esto tomó una dimensión mega, porque hacer 16 autos de Fórmula 1 en el tiempo récord que ellos nos pedían era casi imposible. No hablamos de un auto maqueta, tenía que andar y hacer performance de un auto de carrera. Me junté con mis hermanos Matías y Sandro y con mi papá y le dimos forma al proyecto. La confianza que depositó la producción en nosotros fue enorme. Mi hermano y yo después de “Senna” estamos fabricando unos concept cars de Fórmula 1 inspirados en los autos que hicimos para la serie para poder acercárselos a coleccionistas y a pilotos aficionados.

Noticias: Tengo entendido que usted y su hermano tuvieron que manejar los autos de Ayrton y de Alan Prost  en la serie. ¿Cómo fue esa experiencia?

Crespi: Sí, desde el primer momento le dijimos a la producción que íbamos a manejar los autos nosotros, era necesario para entender perfectamente qué había que hacer, qué cosas eran capaces de realizar los autos y sobre todo qué no se podía hacer, esto último era fundamental. Yo corrí en Fórmula 3 en Europa, hice mi carrera de piloto y es más, empecé en Fórmula Ford, tal como lo hizo Ayrton, era muy fanático suyo, siempre fue un héroe para mí. Y el ídolo de mi hermano Matías era Prost. ¿Podés creer que treinta años después nos encontramos él disfrazado de Prost y yo de Senna filmando la serie?  ¡Fue increíble! 

Noticias: Cuando murió Ayrton Senna usted tenía 16 años, ¿se acuerda de ese día?

Crespi: Me acuerdo como si fuera hoy. Yo estaba corriendo en Fórmula Renault Argentina haciendo mi primera temporada de campeonato, pero ese fin de semana me tocó estar en casa y ver la carrera como cualquiera. Fue un disparate mayúsculo, sentía que no era real lo que estaba pasando. Desgraciadamente el sufrimiento fue muy grande, la impresión que me llevé fue enorme. El fin de semana siguiente teníamos carrera, fuimos a probar a Río Cuarto y no lograba concentrarme, no había forma de entrar en foco y poder manejar el auto correctamente. 

Noticias: ¿Qué tuvo de especial Senna para provocar semejante idolatría?

Crespi: Fue un piloto al que le costó mucho llegar a lo más alto, como a todos los sudamericanos que nos fuimos a correr a Europa en algún momento, porque tenemos ciertas desventajas. Para el pueblo brasileño y sudamericano en general, Ayrton fue la bandera moderna de la excelencia, del compromiso con la pasión, estaba comprometido al máximo, no existía nada que pudiera detenerlo. Senna rompía récords constantemente y creo que hubiera llegado muchos más lejos si no hubiese tenido esa fatalidad. Más allá de lo que fue como piloto hay que resaltarlo como ser humano, como canal de integración de los más humildes a la sociedad.

Noticias: Usted tuvo una gran experiencia como piloto, ¿cómo fue el momento del retiro?

Crespi: Ese momento es traumático, es algo muy difícil de sobrellevar. Tuve dos retiros, el primero fue volver de correr en Europa, que había sido mi sueño y mi anhelo constante. Me fui con 18 años y me arreglé solito con el equipo, como hicieron Ayrton y tantos otros pilotos que dejamos todo de lado para concentrarnos en nuestra pasión. A veces las circunstancias no te terminan acompañando, hay cuestiones económicas o de máxima performance por las cuales no lográs llegar a la Fórmula 1 y te volvés, ese es un primer gran bajón del que tenés que reponerte rápido. Por suerte yo pude empezar a correr en el equipo de TC2000 de mi padre que tenía junto con mis hermanos Sandro y Matías, así que arranqué a competir ahí durante tres o cuatro años. Después, junto con Matías nos pusimos a desarrollar pilotos muy jovencitos y a darles la oportunidad de crecer en la Fórmula Renault. 

Noticias: ¿Qué se siente manejando un auto de competición que va a cientos de kilómetros por hora?

Crespi: Es algo difícil de explicar porque sentís vértigo, una adrenalina que bloquea cualquier tipo de miedo y después manejar un auto así genera una sensación parecida a la esquiar, percibís la velocidad, el control de tu cuerpo sobre la máquina, el derrape, todo eso es muy digno de experimentar, ¡te lo recomiendo! (risas) Eso combinado con la competencia y la mística es fuerte. Cuando estás por largar jamás sabés si vas a ganar, a perder, a bajar del auto o si no vas a hacerlo nunca más. Todas esas cosas, si bien no te detenés a pensarlas puntualmente, ruedan en tu cabeza, pero la convicción en ese momento es tan grande que nada te puede parar. 

Noticias: Usted vive en Balcarce así que debe recorrer mucho la ruta. ¿Cómo manejamos los argentinos?

Crespi: Como decía Fangio: “Los argentinos manejamos muy bien, pero conducimos muy mal” (se ríe). Hay una gran diferencia entre ambas cosas. En lo personal manejo tranquilo, sé lo que hago, respeto las normas de tránsito, la velocidad máxima …a veces se me va un poquito la pata cuando veo que puedo (sonríe), pero soy muy consciente de lo que hago al volante. 

Noticias: Max Verstappen acaba de coronarse campeón de la F1 por cuarta vez. ¿Qué opinión le merece como piloto?

Crespi: Es excelente, al nivel de los mejores del mundo en la historia de este deporte. Tiene muchísimo por dar todavía, además es una persona muy querida, sumamente carismática, un deportista que se lleva muy bien con sus pares, es realmente respetado y sabe trabajar en equipo.

Noticias: Es imposible no preguntarle por Franco Colapinto, ¿qué le parece este fenómeno que se ha desatado?

Crespi: Lo de Franco es digno de destacar, es la gran esperanza argentina de hoy en la Fórmula 1. Superó todos los parámetros que teníamos entendidos y expertos sobre lo que él podía dar y nos pone muy contentos que así sea. Todos queremos que siga evolucionando, ojalá tenga muchos años más de Fórmula 1 por delante. Creo que se lo merece por su talento, por su personalidad. Ese logro sería muy bueno no solo para él sino para Argentina.

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