sábado, 22 de noviembre de 2025 17:00
En un comunicado oficial, la Oficina del Presidente Javier Milei informó modificaciones clave en el Gabinete nacional que se harán efectivas a partir del 10 de diciembre. Patricia Bullrich y Luis Petri dejarán sus cargos para iniciar “una nueva etapa” en el Congreso: Bullrich como senadora y Petri como diputado nacional.
En reemplazo de ambos, el Presidente designó a dos figuras centrales dentro de cada área: Alejandra Monteoliva y el Teniente General Carlos Alberto Presti.
Monteoliva, nueva ministra de Seguridad Nacional
La actual secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva, fue confirmada como la nueva ministra, convirtiéndose en la sucesora directa de Patricia Bullrich.
Desde Presidencia destacaron que Monteoliva “ha sido una pieza fundamental de la ‘Doctrina Bullrich’”, línea que prioriza la lucha contra el narcoterrorismo, las organizaciones criminales y el sostenimiento del orden público. Su llegada al cargo, remarcaron, garantiza continuidad en la política de Seguridad iniciada el 10 de diciembre de 2023.
Presti, primer militar en ejercicio en encabezar Defensa
El otro cambio relevante será en el Ministerio de Defensa. El Teniente General Carlos Alberto Presti, actualmente jefe del Estado Mayor General del Ejército, dejará su puesto para asumir como ministro.
Según el comunicado, esta designación inaugura un hecho inédito desde el regreso de la democracia: por primera vez, un militar de carrera que alcanzó el máximo rango de su fuerza estará al frente de la cartera de Defensa. Desde la Oficina del Presidente señalaron que este paso busca “finalizar la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados” y promover una conducción técnica y profesional del área.
Continuidad del rumbo iniciado en 2023
El Gobierno remarcó que los nombramientos de Monteoliva y Presti mantienen la línea de gestión impulsada por Bullrich y Petri desde diciembre de 2023, asegurando que la impronta de ambos ministerios “se mantendrá por el resto de la gestión”.
Finalmente, el comunicado concluye que la construcción de la “Argentina potencia” requiere de “Fuerzas de Seguridad y Fuerzas Armadas firmes, profesionales y despolitizadas, bajo la conducción de expertos en sus respectivas áreas”.
