sábado, 22 de noviembre de 2025 15:00
Los últimos días de Alejandra Maglietti fueron una sucesión de sobresaltos difíciles de procesar. Aún conmovida por el incendio que arrasó con parte del Polo Industrial Spegazzini, donde la empresa de su esposo, Plásticos Lago, quedó entre las más afectadas, la panelista de Bendita volvió a enfrentar otra tormenta, esta vez, en pleno corazón de Palermo Soho.
Todo ocurrió sobre la calle El Salvador, una zona repleta de movimiento, comercios y turistas. Alejandra se había detenido apenas unos minutos para retirar unas cosas de un local. Sin embargo, ese breve descuido fue suficiente para que delincuentes actuaran con un inhibidor de señal, una modalidad delictiva que crece sin freno en las zonas comerciales de la ciudad.
Al regresar a su vehículo notó lo peor, su bolso había desaparecido. La propia Maglietti relató la secuencia en sus redes, donde expresó su bronca y preocupación. “Ayer me robaron en Palermo Soho con el famoso ‘inhibidor’”, comenzó el relato.
Y continuó denunciando: “Se llevaron mi bolso con maquillaje, ropa y accesorios que iba a usar en Bendita. Desde que lo conté, no paro de recibir mensajes de gente a la que le pasó lo mismo”. Pero la indignación aumentó cuando habló con comerciantes de la zona.
“Me dicen que es una constante. Estoy tratando de conseguir las cámaras para hacer la denuncia, pero evidentemente lo hacen en zonas donde la gente se baja del auto un ratito. Pasan con una mochila o algo que disimula el inhibidor. ¡Corroboren que el auto haya cerrado correctamente!”, advirtió la panelista, visiblemente harta de la inseguridad.
El episodio ocurrió en un momento especialmente sensible para Alejandra debido a la situación que atraviesan con su familia y el incendio del Polo Industrial Spegazzini. Ella misma había compartido el impacto emocional del desastre: “Fue terrible… es el trabajo de toda una vida que se perdió. Son entre 13 y 14 empresas afectadas. Son 3000 puestos de trabajo. Fue devastador”.
En medio del caos, su semana se transformó en una montaña rusa de angustia e impotencia. Con una seguidilla de sucesos frustrantes, Maglietti intenta recomponerse mientras espera que, de una vez por todas, llegue un poco de calma.
