sábado, 8 de noviembre de 2025 16:00
El periodista Martín Candalaft, una de las figuras más destacadas del rubro policial y judicial en los medios argentinos, dio el “sí, quiero” y se convirtió en el protagonista inesperado de un verdadero revuelo mediático. El hombre de América TV y Radio La Red se casó con su novia Mariela, y aunque la ceremonia fue íntima, el eco del acontecimiento retumbó con fuerza en las redes.
La escena se dio en el registro civil, donde Candalaft, impecable y con su característico temple televisivo, respondió con firmeza al juez cuando le preguntó si aceptaba casarse. “Son de Misiones y se quieren mucho, se acompañan en todas, siempre están juntos”, contaron desde el entorno del periodista, que en más de una ocasión le dedicó tiernos mensajes públicos a su pareja.
Desde sus comienzos junto a Ángel De Brito hasta su actual rol como panelista en DDM con Mariana Fabbiani, Martín se ganó el respeto de sus colegas y el cariño del público. Por eso, no sorprendió que tanto en América como en La Red lo saludaran con entusiasmo.
“¡FELICITACIONES, MARTÍN! TE QUEREMOS!!!!! Llegó el día!! Nuestro compañero Martín Candalaft se casó esta tarde con Mariela. ¡Les deseamos a ambos lo mejor en esta nueva etapa!”, publicaron desde la emisora junto a una lluvia de corazones y emojis. Sin embargo, lo que nadie esperaba era la reacción del público.
Apenas se viralizaron las imágenes del enlace, las redes explotaron. Y no precisamente por el romanticismo del momento, sino por un motivo insólito: la sorpresa de muchos usuarios ante la elección amorosa del periodista. “Pero cómo se casó, nunca me lo hubiera imaginado con una chica”, escribió una usuaria.
“Ah bueno, pensé que las mujeres no eran lo suyo”, lanzó otro, mientras una tercera sumó: “Nunca la vi venir, che”. Los comentarios, entre risas, desconcierto y curiosidad, inundaron Twitter e Instagram.
Lejos de responder, Candalaft optó por el silencio y disfrutar de su felicidad. Lo cierto es que, más allá de las especulaciones, el periodista vive uno de los momentos más felices de su vida. Y aunque las redes hablen, lo único que realmente importa es eso: que el amor ganó la partida.