Más allá de la tradición culinaria, esta práctica tiene un profundo significado energético y simbólico: busca atraer prosperidad y alejar las malas vibras del hogar.
miércoles, 22 de octubre de 2025 16:05
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En los últimos tiempos se volvió popular un hábito que combina dos elementos muy comunes en la cocina: la sal y el laurel. Según distintas creencias y técnicas como el Feng Shui, colocar una hoja de laurel dentro de un frasco de sal no es un simple truco casero, sino un gesto con fuerte carga simbólica y energética.
El laurel, además de ser una planta aromática muy utilizada en la gastronomía, es considerado un protector natural que ayuda a absorber y neutralizar las malas energías. Por su parte, la sal es reconocida como un purificador capaz de limpiar los ambientes y mantener el equilibrio energético del hogar.
De acuerdo con la tradición popular, combinar ambos elementos potencia sus propiedades. El Feng Shui sostiene que tener un frasco de sal con hojas de laurel en la cocina o cerca de la entrada del hogar contribuye a alejar las envidias y atraer prosperidad, abundancia y bienestar.
Cómo prepararlo:
- Utilizar un frasco de vidrio limpio y seco.
- Colocar sal gruesa o fina hasta la mitad del recipiente.
- Añadir una o dos hojas secas de laurel (y, opcionalmente, una ramita de romero).
- Cerrar el frasco y ubicarlo en un lugar visible, como la cocina o una repisa.
- Cambiar las hojas cada mes cuando se vean quebradizas o sin aroma.
Este sencillo ritual se ha difundido como una forma simbólica de armonizar los espacios y fomentar la energía positiva en el hogar.