El nombre de Pablo Angelina (58 años) volvió a ocupar espacio en los tribunales de Catamarca. Extraditado el pasado domingo 14 de septiembre desde Entre Ríos por un pedido de la Fiscalía de Instrucción N°7, a cargo de la Dra. Paola González Pinto, fue imputado e indagado el lunes 15 por el delito de estafa en calidad de autor, en el marco de una investigación por maniobras de fraude digital.
Según la causa, el 13 de enero de 2025 desde un perfil de Facebook se publicó un anuncio falso de alquiler de cabañas en El Rodeo, departamento Ambato. Una ciudadana, creyendo en la maniobra, inició conversaciones con el supuesto propietario. El 16 de enero, un allegado de la víctima transfirió $50.000 a una billetera virtual Ualá a nombre de un tercero ajeno a los hechos, lo que permitió concretar la estafa.
Tras determinar que el sospechoso estaba fuera de la provincia, se solicitó su detención y traslado desde Paraná con la intervención del DOE-Kuntur.
Pablo Angelina: libertad con caución juratoria
Según pudo conocer INFORAMA, tras la imputación, Angelina —representado por el Defensor Oficial N°5, Mariano Esteban Guillamondegui— obtuvo la libertad bajo condiciones.
En la audiencia, el defensor planteó la imposibilidad de cumplir con una caución juratoria, ya que el imputado no cuenta con familiares o amigos que actúen como fiadores. Se encargó entonces un informe socioambiental que corroboró esta situación: nadie responde por el encausado. Todo ello sumado a que no cuenta con antecedentes computables por el tipo de delito presuntamente cometido.
Finalmente, la Fiscalía dispuso la libertad con caución personal, imponiendo como condiciones que fije domicilio, notifique cualquier cambio y se presente ante la Justicia todas las veces que sea citado.
El hecho que lo marcó para siempre
En los años 90, el nombre de Pablo Angelina quedó grabado en la memoria colectiva de Catamarca por el femicidio de María Belén Galetto.
María Belén, de 24 años, había sido pareja de Angelina y con él tuvo un hijo. Tras la separación, rehizo su vida junto a otra persona, pero el hostigamiento y los celos de su expareja la pusieron en riesgo.
El 9 de febrero de 1998, Angelina la esperó en la puerta de su casa y la asesinó de ocho disparos con un revólver calibre 22, frente a su vivienda. El crimen conmovió a la provincia y marcó un antes y un después en la visibilización de la violencia de género, cuando aún el término femicidio no estaba incorporado al Código Penal.