También el 22 de septiembre se celebra a San Mauricio y sus Compañeros Mártires de la Legión Tebana, un grupo legendario de soldados romanos cristianos que sufrieron el martirio a finales del siglo III. Su historia, aunque con elementos legendarios, es un poderoso testimonio de la fe inquebrantable.
La Legión Tebana era una legión romana compuesta íntegramente por cristianos, reclutados en la región de Tebas (Egipto). Se encontraban en la Galia (actual Suiza) bajo las órdenes del emperador Maximiano Hercúleo. Cuando se les ordenó participar en sacrificios paganos a los dioses romanos y en la persecución de otros cristianos, los soldados de la legión, liderados por su comandante Mauricio, se negaron rotundamente.
El emperador, enfurecido por su desobediencia, ordenó una «diezma» (ejecución de uno de cada diez soldados) y, al ver que se mantenían firmes en su fe, repitió la diezma y finalmente ordenó la masacre de toda la legión en Aguanum (actual Saint-Maurice, Suiza).
San Mauricio, junto con sus principales oficiales (Exuperio, Cándido y Ursmar), fue uno de los últimos en ser ejecutado, animando a sus hombres a perseverar. Los mártires de la Legión Tebana son un símbolo de la fidelidad a Cristo por encima de cualquier lealtad terrenal. San Mauricio es patrón de los soldados, los ejércitos, los tejedores y de numerosos lugares en Europa.