miércoles, 17 de septiembre de 2025 23:31
Este miércoles se produjeron denuncias cruzadas entre la diputada provincial Natalia Saseta (PRO) y Juan Pablo Narváez, empleado de la Cámara de Diputados. La legisladora acusó a Narváez de violencia de género, mientras que el hombre, por su parte, la denunció por amenazas en el marco de una discusión ocurrida en la Cámara baja.
Saseta, hizo pública su denuncia a través de sus redes sociales, en la que detalló los hechos de agresión verbal y hostigamiento que, según indicó, sufría desde hace varios meses:
«Ante los hechos de violencia verbal, hostigamiento y difamación que sufrí por parte de un empleado de la Legislatura, deseo manifestar lo siguiente.
Como Diputada Provincial, vengo siendo objeto de agresiones reiteradas hace meses que no solo afectan mi integridad personal, y mi honor, sino que también buscan deslegitimar el ejercicio de mi función pública.
En el día de hoy, en la Cámara de Diputados, el mencionado empleado profirió insultos y expresiones injuriosas hacia mi persona, calificándome de manera ofensiva y difamatoria frente a terceros. Estos hechos se suman a un patrón sostenido de hostigamiento que se arrastra desde hace meses, violencia por ser una mujer del partido opositor.
Este tipo de conductas constituyen una forma de violencia de género, de tipo simbólica y digital, contemplada en la Ley Nacional 26.485 y vulneran mi derecho como mujer a un ambiente de trabajo libre de violencia.
No puedo ni debo naturalizar estas prácticas, porque hacerlo significaría convalidar el uso del poder y de los espacios institucionales para amedrentar y silenciar voces.
He puesto en conocimiento de la Justicia estos hechos y solicitando se adopten las medidas de protección correspondientes, a fin de garantizar mi seguridad personal y el normal desarrollo de mi labor legislativa.
Ratifico mi compromiso con la transparencia, la defensa de los derechos y el respeto a las instituciones. No aceptaré que se utilice la difamación y el hostigamiento como herramientas políticas ni personales.
Creo firmemente que el debate democrático debe darse en el marco del respeto y las ideas, nunca desde la violencia ni la descalificación».