En diálogo con Canal E, el analista internacional, Alberto Ruskolekier afirmó que Israel “liquidó a la primera línea de Hamas” mediante un ataque aéreo en Doha, con coordinación del Mossad y aval de EE.UU.
Ataque quirúrgico con respaldo de Washington
Israel lanzó un ataque preciso en Doha (Qatar) contra la cúpula de Hamas, en el que participaron 15 aviones, según detalló Ruskolekier. “Utilizaron una munición muy especial y solo destruyeron el lugar donde estaban reunidos los líderes más importantes de Hamas”, explicó el experto.
“El ataque se dio justo después de que Hamas rechazara una nueva propuesta de negociación”, añadió Ruskolekier, y aseguró que la operación fue posible por una infiltración profunda del Mossad y la aprobación directa de Estados Unidos, que tiene su base más grande en Medio Oriente en ese país.
“Este ataque jamás se hubiera podido producir sin la autorización de Estados Unidos de Norteamérica”, subrayó.
Crisis de liderazgo en Hamas y posible fragmentación
Consultado sobre el impacto de la eliminación del alto mando de Hamas, Ruskolekier advirtió: “Es posible que haya una pérdida de efectividad y unidad de criterio”, ya que los posibles nuevos líderes “no tienen tanta experiencia en negociaciones”.
Además, Hamas acusa al gobierno qatarí de haber sido cómplice del ataque, lo que marca una fuerte tensión en la región. “Qatar está siendo señalado por Hamas como responsable, porque los vendió”, remarcó Ruskolelelier, y agregó que la presión de EE.UU. podría haber obligado al emirato a cooperar, pese a sus vínculos con organizaciones islamistas.
“Qatar no pudo haber estado ajeno a este ataque”, dijo. Según el especialista, el contexto geopolítico muestra un juego de alianzas donde los negocios con Washington pesan más que las lealtades ideológicas.
¿Camino hacia la paz o nuevo conflicto?
Ante la posibilidad de que esta “decapitación” del liderazgo de Hamas contribuya a una desescalada del conflicto, Ruskolekier fue tajante: “Puedes eliminar un enemigo físicamente, pero la idea no se extermina con una bomba”.
Explicó que la ofensiva israelí funciona con una “pinza” de doble vía: por un lado, el avance militar sobre la ciudad de Gaza, y por otro, el golpe a la conducción de Hamas en el extranjero. Aun así, el conflicto no está ni cerca de concluir.
“Hamas está llegando a un punto bastante cercano a su minimización, pero decir que en Medio Oriente algo termina del todo es muy difícil”, reflexionó el especialista.
Además, advirtió que otros grupos yihadistas como la Yihad Islámica Palestina o los hutíes en Yemen siguen activos. Por eso, subrayó la necesidad de una solución política con participación regional.
“La fuerza militar es solo un instrumento. La solución requiere compromiso de países islámicos como Egipto, Emiratos Árabes y Arabia Saudita”, concluyó.