Durante la tarde del jueves 4 de septiembre, la localidad de Piedra Blanca celebró el 4º aniversario de la Beatificación de Fray Mamerto Esquiú, en el marco del Año Jubilar de la Esperanza y de cara al Bicentenario de su nacimiento, que se conmemorará en 2026.
Las actividades comenzaron con la llegada de la imagen de la Virgen del Valle desde la Catedral Basílica y del Señor de los Milagros desde el Santuario de La Tercena. Luego, se rezó el Santo Rosario y se realizó una procesión por la plaza central, con la participación de autoridades eclesiásticas y civiles, efectivos de la Policía, la Escuela de Cadetes, agrupaciones gauchas, peregrinos y fieles que se acercaron para rendir homenaje al Beato catamarqueño.
La Santa Misa fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Luis Urbanč, en el atrio del templo histórico de San José, acompañado por sacerdotes de distintas parroquias. En su homilía, Urbanč destacó la figura de Esquiú como “mensajero de Jesucristo” y subrayó que su vida estuvo marcada por la fraternidad y la caridad. “La caridad es la virtud de las virtudes, es el distintivo de la vida cristiana; es el amor hecho acto, hecho acción”, expresó.
En la ceremonia se presentó una reliquia de primer grado del Beato, enviada por el Arzobispado de Córdoba, que fue acercada al altar en un relicario confeccionado especialmente por un artesano local.