El Gobierno nacional cerró filas tras la filtración de audios atribuidos a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y denunció la existencia de lo que calificó como «una operación de espionaje ilegal con fines desestabilizadores» en el marco del proceso electoral.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció «una de las investigaciones de espionaje ilegal más peligrosas de la historia», responsabilizando al kirchnerismo de estar detrás de una maniobra destinada a «provocar caos social y dañar al Gobierno en plena campaña electoral». «Esto no es una mera filtración, es un ataque directo a la democracia argentina. Grabación, tiempo de espera y ejecución en tiempo electoral», sostuvo Bullrich, quien advirtió que tanto la Casa Rosada como la Presidencia de la Cámara de Diputados «habrían sido infiltradas con filmaciones clandestinas, guardadas hace un año y lanzadas como un misil político en plena campaña electoral».
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, también se pronunció sobre la aparición de un audio que lo involucraría directamente. «En primer lugar, quiero aclarar que ese audio, en el hipotético caso de que fuera real, pareciera haber sido grabado de manera ilegal en la Presidencia de la Cámara de Diputados», afirmó el legislador.
Para Menem, «la presunta grabación ilegal y difusión de conversaciones privadas en el ejercicio de nuestra función pública es evidentemente un intento deliberado de desestabilización en el marco del proceso electoral». El funcionario sostuvo que «el tren fantasma no soporta que un gobierno elegido por mandato popular avance contra sus privilegios, y por eso recurre a operaciones de inteligencia ilegal y campañas de difamación».
En tanto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, coincidió con esta línea y afirmó que «estos hechos forman parte de una operación política en las semanas previas a las elecciones». Francos calificó la filtración como «una práctica inadmisible» y reafirmó que «como Gobierno, seguiremos trabajando en la agenda de transformación que votaron los argentinos y no vamos a permitir que maniobras basadas en espionaje ilegal intenten condicionar el rumbo que el país necesita».
El presidente Javier Milei también rompió el silencio y apuntó directamente contra «un grupo de periodistas». «A cada paso sigue quedando en claro la red de espionaje ilegal de la que un grupo de periodistas ha sido parte», expresó el mandatario, quien fue más allá al señalar: «Estos espías que se disfrazan de ‘periodistas’ quieren desviar la atención del tema real. No están por encima de la ley. Se creen impunes y no lo son», dijo. Bullrich también criticó a «algunos que se hacen llamar periodistas pero son agentes partidarios encubiertos». «Esta operación no busca decir la verdad sino sembrar la mentira», recriminó.
La ministra recordó lo ocurrido en 2017 con la desaparición de Santiago Maldonado y lo comparó con la situación actual. «A dos meses de una elección nos inventaron un muerto. Pasamos 82 días ante una de las mentiras más graves que se recuerde en la democracia. Los mismos de aquella vez están repitiendo el libreto», dijo. Además, acusó al kirchnerismo de «operar desde la cloaca de la inteligencia ilegal, con vínculos extranjeros sembrando odio», y señaló que «esta vez llegaron más lejos que nunca: esto es un ataque frontal a la República». «Los audios difundidos lo confirman. Una gravedad inédita en la democracia argentina. Su método está claro: una extorsión política», afirmó, y advirtió que el objetivo de la maniobra es «crear un clima de sospecha, desinformar y manipular en un contexto electoral».
La funcionaria subrayó que el Gobierno «no se va a arrodillar frente a las mafias y lo peor de la política», y cerró con un mensaje tajante: «Nadie está por encima de la ley, nadie. Tenemos un lema y lo vamos a hacer respetar: el que las hace, las paga». El vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán, también se sumó a la denuncia y señaló que «la difusión de audios grabados ilegalmente es un ataque directo a las instituciones y al mandato popular. Estas operaciones buscan desestabilizar a un Gobierno elegido democráticamente, pero lo único que logran es dejar en claro el miedo al cambio».
Nuevo audio
«Hay que estar abajo de Martín. Hay que… por qué ya te digo, Martín es el que tiene la información, qué hay que hacer de… de cómo es… llevarlo a cabo. Entonces… y yo, desde mi punto de vista, desde mi punto que me toca a mí, yo respeto a Martín como cabeza…», dice una voz atribuida a Karina Milei.
La causa
Por su parte, el fiscal Carlos Stornelli dispuso que se prosiga con la investigación por presunto espionaje ilegal, aunque aclaró que la investigación «no podrá hurgar en las fuentes de algún periodista, merezca el concepto que merezca por parte de quien lo analice, por mandato constitucional».
El titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 4 sostuvo que “si bien en la denuncia se mencionan algunas personas, el devenir de la investigación determinará la existencia de un hecho delictivo así como la identidad de los presuntos autores, cómplices, encubridores y/o instigadores”.