martes, 2 de septiembre de 2025 18:00
El aniversario de un medio de comunicación puede convertirse en mucho más que una celebración, y eso quedó demostrado en el Teatro Colón, donde Clarín festejó sus 80 años con un evento repleto de personalidades de la política y el espectáculo. Entre los invitados estuvieron dos históricos referentes de la televisión argentina: Marcelo Tinelli y Mario Pergolini, quienes volvieron a cruzarse después de años de distanciamiento y viejas rencillas que nunca terminaron de cerrarse del todo.
El encuentro, registrado por Mercedes Ninci, dejó ver a los dos conductores en una charla que rápidamente captó la atención de todos. Aunque en un principio parecía un intercambio cordial, el tono fue subiendo poco a poco hasta mostrar la incomodidad que aún persiste entre ambos.
Marcelo Tinelli comenzó relatando una conversación que habría tenido con alguien sobre Mario Pergolini. Entre risas, comentó que le habían recordado declaraciones pasadas en las que se decía que “la televisión estaba muerta”, a lo que él respondió que todos cambian con el tiempo. “Ahora dicen que la está reviviendo”, remató Tinelli, con un dejo de ironía que no pasó desapercibido.
Del otro lado, Mario Pergolini lo escuchaba con una sonrisa forzada, intentando restarle tensión al momento. Sin embargo, la situación se volvió más incómoda cuando notaron que estaban siendo grabados. Marcelo Tinelli lanzó una indirecta sobre no ser invitado al programa “Otro día perdido”, mientras que Pergolini se defendió aclarando que no maneja la agenda de invitados, dejando la pelota en otro campo.
En medio de la charla, Mario Pergolini recordó que en el pasado había rechazado invitaciones de Tinelli para asistir a las aperturas de sus programas. Con tono conciliador, Marcelo Tinelli contestó que no tenía nada que reclamarle y que siempre había mantenido buena onda con él, aunque el clima dejaba ver lo contrario.
El momento más picante llegó cuando Marcelo Tinelli, fiel a su estilo, soltó una frase cargada de historia: “No hay grieta, este era un b… peleador en los 90, pero ya está, ya pasó”. Con esa declaración, dejó en claro que las diferencias existieron y que, en su opinión, ya no tienen sentido en el presente.
Mario Pergolini, visiblemente incómodo, solo atinó a sonreír para la cámara y a cambiar de tema. Finalmente, ambos sellaron el intercambio con un abrazo que pareció más protocolar que genuino, aunque sirvió para calmar las aguas ante los flashes presentes.
¿Fue este el final de una rivalidad mediática que duró décadas o apenas un nuevo capítulo? El tiempo dirá si aquel abrazo marcó un punto de inflexión o si, como tantas veces, se trató solo de un gesto pasajero para las cámaras.