Para cerrar el mes de agosto, la Iglesia celebra a un santo cuya vida estuvo marcada por milagros desde su nacimiento hasta su muerte: San Ramón Nonato. Mercedario, cardenal y, sobre todo, un héroe de la caridad que se jugó la vida por la libertad de los cautivos.
El «No Nacido»
Ramón nació en un pequeño pueblo de Cataluña, España, en 1204. Su sobrenombre, «Nonato» (del latín *non natus*, no nacido), se debe a las circunstancias extraordinarias de su llegada al mundo. Su madre murió durante el parto antes de que él naciera. Fue extraído del vientre de su madre ya fallecida mediante una cesárea rudimentaria, un hecho milagroso para la época que marcó su vida.
De joven, sintió el llamado a unirse a la recién fundada Orden de la Merced, que tenía como carisma principal la redención de los cristianos que eran capturados por los musulmanes en el Mediterráneo y vendidos como esclavos. Los mercedarios no solo recaudaban dinero para pagar los rescates, sino que hacían un cuarto voto: ofrecerse ellos mismos como rehenes si era necesario para liberar a un cautivo cuya fe estuviera en peligro.
Un Candado en los Labios
Fiel a su voto, San Ramón viajó al norte de África en varias misiones de redención. Liberó a cientos de cautivos. En una de estas misiones en Argel, se quedó sin dinero. Sin dudarlo, se ofreció a sí mismo como rehén para liberar a varios prisioneros. En cautiverio, en lugar de lamentarse, aprovechaba para predicar el Evangelio y fortalecer la fe de los demás cristianos. Sus captores, furiosos por su éxito evangelizador, lo sometieron a terribles torturas. Para impedir que siguiera predicando, le perforaron los labios con un hierro candente y le pusieron un candado en la boca, que solo abrían para darle de comer.
Finalmente, fue rescatado por su orden. A su regreso a España, el Papa Gregorio IX, admirado por su heroísmo, lo nombró cardenal. Ramón, sin embargo, mantuvo su vida humilde y sencilla. Murió en 1240 mientras se dirigía a Roma, llamado por el Papa.
Patrono de las Embarazadas y los Partos
Por las circunstancias milagrosas de su nacimiento, San Ramón Nonato es universalmente invocado como el santo patrono de las embarazadas, los partos, las parteras y los recién nacidos. Miles de mujeres en todo el mundo se encomiendan a él para tener un embarazo saludable y un parto sin complicaciones.
Oración a San Ramón Nonato
Oh, glorioso San Ramón Nonato, que por tu nacimiento milagroso eres poderoso protector de las embarazadas y los recién nacidos. Te encomendamos a todas las mujeres que esperan un hijo; protégelas durante el embarazo y asístelas en el momento del parto.
Tú, que sufriste el cautiverio por amor a tus hermanos, líbranos de las cadenas del pecado y del egoísmo. Enséñanos a ser valientes en la fe y generosos en la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
«Este artículo forma parte de nuestro especial ‘Fe y Devoción en Agosto’. Descubrí la guía completa del santoral del mes haciendo clic aquí.»
San Ramón se ofreció como rehén por la libertad de otros. ¿Qué «cadenas» puedes ayudar a romper en la vida de las personas que te rodean? ¡Contanos!