domingo, 17 de agosto de 2025 08:15
El embajador de la Argentina en España, Wenceslao Bunge Saravia, protagonizó una situación controvertida durante un acto en homenaje al General José de San Martín, realizado en la ciudad de Cádiz con motivo del 175° aniversario de su fallecimiento.
La polémica surgió al final de su discurso, cuando el diplomático expresó: “¡Viva la Argentina, viva San Martín, viva Cádiz, viva España, viva el Rey, viva la libertad!”. La mención al monarca español generó sorpresa y comentarios entre los presentes, en un contexto solemne de tributo al prócer de la independencia sudamericana.
En el inicio de su alocución, Bunge Saravia había destacado: “Este domingo 17 se cumplen 175 años del Paso a la Inmortalidad del General San José de San Martín. Evocamos no solo la gesta libertadora de América, sino también los lazos entrañables que lo unen con Cádiz y España. San Martín, en el lecho de su muerte, dijo: ‘Seamos libres y lo demás no importa’”.
Desde la cuenta oficial de Instagram de la Embajada de la Argentina en España, se difundió el evento como un “tributo al General José de San Martín, Padre de la Patria y Libertador de Argentina, Chile y Perú, con una emotiva Ofrenda Floral en Cádiz”.
El acto fue encabezado por el embajador Bunge Saravia, junto al alcalde de Cádiz, Bruno García de León; el cónsul argentino en esa ciudad, Sergio Servin; y otras autoridades locales. En sus palabras, el representante argentino remarcó el vínculo histórico entre San Martín y la ciudad andaluza, donde el prócer vivió años decisivos que influyeron en su pensamiento libertario.
Asimismo, se destacó la presencia de miembros de la comunidad argentina en España, incluyendo representantes de la Casa Argentina en Cádiz y en Sevilla. Según fuentes de la embajada, este tipo de actos responden a uno de los ejes centrales de la gestión del embajador: el contacto cercano con los ciudadanos argentinos radicados en el país europeo.
La designación de Wenceslao Bunge Saravia al frente de la embajada en Madrid se produjo tras la salida de Roberto Bosch, a fines del año pasado, como parte de una reestructuración diplomática que incluyó también la salida de Diana Mondino de la Cancillería, reemplazada por Gerardo Werthein.