lunes, 11 agosto, 2025

Santo del Día, 10 de Agosto: San Lorenzo, el diácono que mostró el verdadero tesoro de la Iglesia

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Cada 10 de agosto, la Iglesia celebra con gran veneración a uno de sus mártires más famosos y queridos: San Lorenzo. Diácono de la Iglesia de Roma en el siglo III, su historia es un poderoso testimonio de caridad, valentía y una fe inquebrantable que no se doblegó ni ante el más cruel de los tormentos.

«Estos son los Tesoros de la Iglesia»

Lorenzo nació en Huesca, España, pero se trasladó a Roma, donde se convirtió en uno de los siete diáconos del Papa San Sixto II. Como diácono, estaba a cargo de la administración de los bienes de la Iglesia y, sobre todo, del cuidado de los pobres, las viudas y los huérfanos.

En el año 258, el emperador Valeriano desató una cruel persecución. Tras ejecutar al Papa, el prefecto de Roma le ordenó a Lorenzo que le entregara todos los tesoros de la Iglesia. Lorenzo le pidió tres días de plazo. Durante ese tiempo, en lugar de recolectar oro y plata, reunió a todos los pobres, enfermos y desamparados a los que la Iglesia ayudaba. Al tercer día, se presentó ante el prefecto y, señalando a la multitud, declaró con firmeza: «Estos son los verdaderos tesoros de la Iglesia».

Un Martirio con Fortaleza y Humor

Enfurecido por lo que consideró una burla, el prefecto ordenó un martirio lento y doloroso para Lorenzo: ser quemado vivo sobre una parrilla de hierro al rojo vivo. La tradición cuenta que, en medio del terrible suplicio, Lorenzo mantuvo una paz y una fortaleza extraordinarias. En un momento dado, con un increíble sentido del humor, le dijo a su verdugo: «Ya estoy asado por este lado. Ahora dádme la vuelta para que me ase por el otro».

Su valiente testimonio convirtió a muchos y su devoción se extendió rápidamente por toda la cristiandad. El famoso Monasterio de El Escorial en España fue construido en su honor, con una planta que imita la forma de una parrilla.

Oración a San Lorenzo

Oh, glorioso San Lorenzo, que con tu vida y martirio nos enseñaste que el verdadero tesoro de la Iglesia son los pobres y que la mayor riqueza es el amor a Cristo.

Tú, que soportaste el fuego del martirio con una fe ardiente, enciende en nuestros corazones el fuego del amor a Dios y al prójimo. Ayúdanos a ser generosos con los necesitados y a mantenernos firmes en nuestra fe ante cualquier prueba. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


«Este artículo forma parte de nuestro especial ‘Fe y Devoción en Agosto’. Descubrí la guía completa del santoral del mes haciendo clic aquí.»


San Lorenzo nos desafía a pensar: ¿cuáles son los «tesoros» que más valoramos en nuestra vida? ¡Compartí tu reflexión!

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