domingo, 15 de junio de 2025 01:57
Durante la noche del viernes 13 de junio, día en que la Iglesia celebra a San Antonio de Padua, y en el marco del mes del Sagrado Corazón de Jesús y del Año Jubilar, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa en la que ordenó diácono al seminarista Carlos Daniel Bazán, oriundo del barrio Virgen Niña, jurisdicción de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Capital.
La Eucaristía tuvo lugar en la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle y fue concelebrada por numerosos sacerdotes de la diócesis, quienes en esta jornada finalizaron la semana de ejercicios espirituales del año, entre ellos el vicario general, Pbro. Julio Murúa; los rectores de los Santuarios Catedral y de la Gruta, Pbros. Juan Ramón Cabrera y Santiago Granillo, respectivamente; el responsable de la Pastoral Vocacional Diocesana, Pbro. Diego Manzaraz; y los sacerdotes visitantes Abel Álvarez, párroco de la Basílica de Nuestra Señora de la Merced, Daniel Fernández y Rodrigo Graneros, de Tucumán.
Acompañaron al joven seminarista sus padres y hermanos, amigos, religiosas y fieles laicos provenientes de distintas comunidades parroquiales, especialmente de aquellas donde realizó y realiza su experiencia pastoral en su camino hacia el Sacerdocio.
En el inicio de la celebración eucarística, el padre Julio Murúa leyó el decreto que dispone la realización de la ordenación diaconal.
Tras la proclamación de la Palabra de Dios, el padre Diego Manzaraz presentó al candidato al Diaconado y se elevó la acción de gracias con el canto.
En el inicio de su homilía Mons. Urbanc manifestó que “esta celebración, particularmente, a mí como Obispo me llena de mucha alegría y esperanza. Pero también, por las circunstancias que vivimos, de una anhelante súplica a Dios”.
Hacia el final de su reflexión pidió la intercesión de San Antonio de Padua, en su día, para que haya “muchas y santas vocaciones sacerdotales, a la vida religiosa, misioneras, para nuestras comunidades”. También suplicó a Nuestra Madre del Valle y al Beato Mamerto Esquiú “que estén siempre pendientes de nuestra diócesis, para que podamos ofrecer con generosidad esas vocaciones que nuestra nuestra comunidad y el mundo necesitan”, rogó.
Rito de ordenación diaconal
Seguidamente se inició el rito de la ordenación diaconal en el que Carlos Daniel expresó su voluntad de recibir el Orden Sagrado en el grado del Diaconado. Y se postró mientras toda la asamblea cantaba las Letanías.
A continuación, el Obispo le impuso las manos elevando la plegaria de Ordenación y el padre Eugenio Pachado junto sus papás le colocaron la estola según el modo diaconal y lo revistieron con la dalmática. En la estola lleva estampada la escena del Lavatorio de los Pies, que representa el servicio, en uno de los galones, el logotipo del Ave María con una corona, y en el otro, el del Jubileo de la Esperanza que estamos viviendo en este año.
Ya con sus vestiduras diaconales, se puso de rodillas delante de sus padres y les besos las manos en señal de humildad y gratitud, gesto que se vivió con mucha emoción.
Siguiendo con el rito, se acercó al Obispo quien le entregó el Libro de los Evangelios y después lo estrechó en un abrazo de paz, para manifestar la alegría de recibirlo como Diácono.
Posteriormente, el flamante Diácono ayudó a preparar la Mesa Eucarística y también dio la Comunión.