En medio de la controversia generada en Catamarca por el descenso sostenido en la tasa de natalidad, el juez de la Cámara de Responsabilidad Penal Juvenil, Rodrigo Morabito, presentó un escrito en el que aporta su análisis técnico y jurídico, desmarcándose de las posiciones ideológicas que, a su entender, condicionan el debate.
Morabito advirtió que el tema «debe abordarse desde un punto de vista más objetivo, técnico y con datos empíricos», y cuestionó que se intente vincular directamente la baja en los nacimientos con la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), vigente en Argentina desde 2021.
«Ya no es un problema nacional, quizás sea un flagelo mundial: la baja tasa de natalidad, o tasa general de fecundidad, es hoy de 1.4 hijos por mujer. Pero este fenómeno no es atribuible exclusivamente a la legalización de la IVE. La natalidad ya venía descendiendo desde 2010, y se hizo más notoria a partir de 2014″, explicó.
El magistrado también cuestionó la politización del tema exponiendo que “evidentemente, se analiza desde una óptica ideológica. Si estoy a favor o no del derecho a abortar, eso condiciona la lectura. Pero la IVE no es el factor desencadenante de la baja tasa de natalidad”. Siguiendo con su postura, mencionó que tiene influencia “el abandono estructural del Estado o la falencia que tiene el Estado en cumplir con políticas públicas necesarias para garantizar derechos básicos fundamentales, tan fundamentales como un salario digno”
Morabito remarcó que la maternidad no puede analizarse sin considerar el contexto económico y social actual donde, según UNICEF, 7 de cada 10 chicos son pobres, y 3 de cada 10 viven en la indigencia. “Imagínense traer hijos al mundo con familias, con parejas, con matrimonios, con novios que no llegan a fin de mes”, cuestionó.
A su vez, el juez defendió el derecho al disenso en el marco del sistema democrático, pero subrayó la necesidad de redirigir el debate hacia políticas públicas concretas: “Nos preocupa mucho la interrupción legal del embarazo, y está bien, porque hay personas que piensan distinto y eso es parte de la democracia. Pero lo que también debería preocuparnos es cómo vamos a ayudar a quienes sí desean maternar, y no saben cómo sostener esa maternidad”, concluyó.