La condena está prácticamente resuelta, ya que los tres jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación coincidieron en rechazar el último recurso presentado por Cristina Fernández de Kirchner. Seguramente y siguiendo la resolución de tribunales inferiores será condenada a seis años de prisión, ya que se comprobó que existieron gastos escandalosos por trabajos que se hicieron parcialmente o directamente no se hicieron.
El fallo está «in pectore», el sentido condenatorio también, solo resta saber cuándo lo harán público. El gran error fue haber anticipado el día de esa resolución judicial, lo que provocó un revuelo político de magnitud y fue aprovechado, una vez más, por la acusada para victimizarse.
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El jueves 5 de junio, un trascendido decía que el martes 10 de junio se conocería la sentencia y que la expresidenta iría presa. Eso pasa en medio de la campaña electoral bonaerense (se vota el 7 de setiembre) con el kirchnerismo puro y duro librando una batalla política contra el ex hijo pródigo, Áxel Kicillof.
Dudas, idas, vueltas y nervios, tanto en el kirchnerismo como en el propio Gobierno nacional que, en medio de toda de su andanada de descalificaciones, tampoco sabe muy bien qué hacer en este caso y algunos de sus principales alfiles pecan de inexperiencia, entre ellos el propio presidente, que a esta hora finalizó su gira política institucional por Francia, España e Italia, pero continúa en Israel, por motivos vinculados a la fe y al judaísmo, del que es practicante.
Por momentos, pareciera que los jueces no saben qué hacer y que el caso se les fue de las manos. Ahora se habla de que falta una semana para conocer la decisión del máximo tribunal. Otros arriesgan con que será en agosto. Todo es una duda, mientras se suman las voces que piensan que la situación debería ser resulta después del calendario electoral. Todo un acertijo o varios acertijos.
Acá se revolean prontuarios y carpetazos varios, muchos de ellos de hace una década y media por lo menos, mientras el expediente sigue estando al calor del fueguito, pero no tan cerca como para evitar que se queme.
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Se dice que no será necesario llamar a conjueces porque los tres vocales de la Corte están de acuerdo, pero si ello no fuera así, de inmediato se convocaría a dos conjueces.
El tema es la eventual condena y la pregunta es si anularía la candidatura de la condenada en primera y segunda instancia. La mayoría de los constitucionalistas indica que podría aplicarse la doctrina Menem, que le permitió al riojano ser candidato a parlamentario con una condena en su contra. Hay jurisprudencia que marca lo contrario, pero el último fallo le permitió al fallecido ex presidente inscribirse en la boleta del peronismo de La Rioja, su tierra natal.
De momento, Cristina y sus laderos y laderas aprovechan este momento para revolcarse como si tuvieran sus rostros ensangrentados y sacar partido, lo que no es otra cosa que embarrar la cancha y sembrar dudas. Hay que recordar que está en todo su derecho de ejercer su derecho con total libertad y disfrutar las garantías constitucionales que le brinda la democracia, aunque a muchos libertarios no les guste y aunque ella misma intentó gambetear cuando ejercía el poder y trataba de acorralar y humillar opositores.