martes, 3 de junio de 2025 19:55
Este martes 3 de junio, la ciudad fue escenario de una emotiva movilización en apoyo a la causa de Ni Una Menos, centrada en recordar y luchar contra la violencia de género y el feminicidio. La actividad incluyó la presentación de un mural en conmemoración de las víctimas, en el que ya se han pintado los nombres de quienes no pudieron seguir viviendo debido a la violencia machista.
Durante el acto, la mamá de Brenda Micaela Gorrillo, una de las víctimas, expresó su dolor y esperanza. «Hoy un aniversario más de Ni Una Menos, recordando a mi hija y a todas las víctimas que les apagaron su voz», afirmó, y añadió: «Estamos aquí para alzar su voz, que nos escuchen, ya que ellas no pueden hacerlo».
El mural, que también representa a María Soledad Morales, busca mantener viva la memoria y el carácter de lucha de las familias afectadas. En paralelo, se realizaron activaciones con velas, simbolizando el pedido de justicia y la esperanza de un futuro sin feminicidios.
La madre de Brenda Micaela también se dirigió a las asistentes: “El mensaje hoy es: no más feminicidio, no más violencia, no más miedo. Que las mujeres víctimas puedan vivir sin temor y con dignidad. Pedimos a la justicia que no las abandone, que crea en sus denuncias y las apoye hasta el final, para que ningún otro caso como el de mi hija vuelva a suceder».
Al reflexionar sobre la situación actual, la madre señaló la importancia de mantener viva la lucha y ofrecer consuelo y ayuda a quienes atraviesan momentos difíciles. “El duelo se lleva día a día, pero con fuerzas y actividades como estas, se puede salir adelante», sostuvo. Como consejo, recomendó actividades como caminar o practicar arte, y contó que ella misma encontró en la cerámica una forma de procesar su dolor.
La marcha culminó en la esquina de Mariano Moreno y Galíndez, en un acto de autoconvocatoria donde se hizo recordar la causa de María Soledad Morales, en un homenaje que traslada a 1990, en un momento histórico de lucha por justicia.
Este día, las velas encendidas por las familias de las víctimas iluminaron un pedido unánime por seguridad, justicia y respeto hacia las mujeres. La lucha continúa, pero la esperanza de un cambio real sigue firme.