lunes, 2 junio, 2025

El gran legado del papa Francisco?

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Hace unos días, el mundo experimentó una especie de duelo generalizado tras la muerte del papa Francisco. En una época marcada por la globalización, con vínculos a distancia, comunicaciones inmediatas e intercambio instantáneo de información, las redes sociales lograron que el sentimiento de congoja por la partida de la máxima autoridad eclesiástica, se convirtiera en motivo de reflexión y conversación global. Millones de expresiones y manifestaciones personales inundaron plataformas virtuales como WhatsApp, Facebook, X e Instagram; mientras los medios tradicionales, en sus formatos clásicos y digitales, hablaban constantemente del obispo de Roma.

Sin embargo, la rapidez y volatilidad de los cambios sociales actuales, pronto desvían el foco de atención. Zygmunt Bauman, en su obra Modernidad líquida (2000), señalaba: «Las formas sociales ya no pueden mantener su forma por mucho tiempo, porque se descomponen y derriten más rápido de lo que se solidifican». Por eso es importante la ciencia histórica, que nos permite estudiar y comprender los acontecimientos y procesos del pasado. Como decía el historiador Marc Bloch (1949): «La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es quizás menos vano esforzarse por comprender el pasado si no se sabe nada del presente».

Y qué tal si nos preguntamos: ¿Qué tanto conocemos al papa Francisco? ¿Qué esperaba él, de la sociedad contemporánea? ¿Hemos leído sus encíclicas? ¿Escuchamos sus mensajes en primera persona?

Jorge Bergoglio logró un cambio paradigmático dentro de la estructura mental de la Iglesia; tenía un pie en el presente, conocía el pasado y miraba hacia el futuro. Días posteriores a su fallecimiento, el investigador argentino Facundo Roca, especialista en historia religiosa, realizaba una reflexión vinculada a las exequias del jefe de la Iglesia Católica: “…de esta forma, se conjugan, en un gesto ciertamente novedoso, tradición y modernidad, ritual y sencillez”.

Uno de sus legados más importantes es la encíclica Laudato Si’, publicada en 2015, durante el tercer año de su pontificado. Su título, que significa «Alabado seas», proviene del cántico de San Francisco de Asís, quien alababa a Dios por la creación. Este documento es un llamado urgente a la solidaridad global y a la acción conjunta para preservar el planeta y garantizar un futuro digno para las generaciones venideras. En sus páginas, el difunto papo destaca: “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”

Los principales objetivos de Laudato Si´ pueden resumirse en 5 pilares:

Aborda la crisis ecológica global y llama a proteger el medio ambiente, destacando la interconexión entre los problemas ambientales, sociales y económicos; promueve un cambio cultural, espiritual y educativo para enfrentar los desafíos ambientales, fomentando un estilo de vida más sostenible y solidario; invita a creyentes y no creyentes a unirse en la búsqueda de soluciones para el desarrollo sostenible y la justicia social; denuncia el impacto negativo de los modelos económicos y tecnológicos actuales sobre el medio ambiente y los más pobres, proponiendo un nuevo estilo de vida; por último, propone una conversión ecológica basada en valores éticos y espirituales, destacando la responsabilidad de los cristianos en el cuidado de la creación.

Otra obra significativa de Francisco es el Pacto Educativo Global, publicado en septiembre de 2019. Este documento busca dialogar sobre cómo se está construyendo el futuro del planeta y la necesidad de invertir los talentos de todos para generar un cambio a través de la educación. Su propósito es reavivar el compromiso con las jóvenes generaciones, promoviendo una educación más abierta, inclusiva y basada en la escucha, el diálogo y la comprensión mutua.

Con este Pacto, el sumo pontífice manifestaba el ideal de una «aldea de la educación» que fomente relaciones humanas abiertas y solidarias, promoviendo la paz, la justicia y el cuidado de la casa común. Como él mismo señala: “…cada cambio necesita un camino educativo que involucre a todos. Para ello se requiere construir una ‘aldea de la educación’ donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas”.

El legado histórico del papa Francisco trasciende su tiempo y nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad con el planeta, la sociedad y las futuras generaciones. Proteger y respetar a los animales, ya todos los seres vivos de nuestro planeta, es la mejor forma de recordarlo.

¿El gran legado del Papa Francisco?

Reflexión vinculada al legado del papa Francisco; su preocupación por el medio ambiente, y por cuestiones sociales. Corresponde con un trabajo final, de un seminario del doctorado en Ciencias Sociales (UNJu.).

*Leandro Sergio Tua es profesor, investigador y doctorando. Miembro de número la Red Académica de Estudios de la Muerte, Cementerios y Ciencias Sociales (Argentina); Miembro de número del Centro de Genealogía y Heráldica de Catamarca.

Autor de publicaciones científicas y de divulgación.

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