lunes, 19 de mayo de 2025 16:15
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció el domingo que Walmart, el minorista más grande del país, podría trasladar algunos de los costos derivados de los aranceles impuestos por la administración Trump a sus clientes, elevando los precios en sus productos. Esta declaración ocurre en un contexto de tensiones, ya que Trump advirtió a Walmart el sábado que no aumentara los precios debido a los aranceles y prometió vigilancia cercana sobre la cadena.
Bessent informó que, en conversaciones con Walmart, la empresa dejó en claro que no planeaba absorber todos los costos de los aranceles, y en algunos casos, estos podrían ser trasladados a los consumidores. Sin embargo, también indicó que Walmart, en general, haría esfuerzo por mantener la inflación bajo control, minimizando el impacto en los precios de los productos cotidianos, como la gasolina, cuyo precio promedio en EE.UU. es de alrededor de 3,18 dólares por galón.
Por su parte, Trump afirmó en su red social Truth Social que Walmart debería absorber los costes de los aranceles, destacando las ganancias de la cadena durante el último año y señalando que no debería transferir esos costos a los clientes. La controversia refleja las tensiones existentes en torno a la política comercial y fiscal en EE. UU.
Mientras tanto, Walmart no hizo comentarios oficiales sobre las declaraciones de Bessent. La cadena ha señalado en el pasado que los aumentos de precios comenzaron a notarse desde finales de abril y que, aunque quieren mantener los precios bajos, enfrentan límites en cuanto pueden soportar.
Expertos y analistas enfrentan dudas sobre las estrategias económicas del gobierno de Trump, especialmente respecto a la sostenibilidad de los déficits y el crecimiento económico prometido. Aunque la administración asegura que la economía crecerá más rápido que la deuda, muchos consideran que las políticas fiscales podrían incrementar notablemente el déficit en los próximos años.
A su vez, la administración continúa negociando tasas arancelarias con socios comerciales, incluyendo una revisión en las conversaciones con China, tras acordar reducir los aranceles del 145% al 30% para facilitar las negociaciones.
La incertidumbre generada por las políticas de Trump, según Bessent, forma parte de una estrategia de negociación para fortalecer las prioridades comerciales de EE. UU., pese a los nervios y expectativas de los consumidores y empresarios que enfrentan un escenario lleno de variables inciertas.