El Fondo Monetario Internacional puso como meta de acumulación de reservas U$D 5.000 millones que deberán juntarse para antes del 13 de junio, según el nuevo acuerdo. El Gobierno enfrenta un problema ya que desde el “levantamiento” del cepo, el BCRA no compró dólares. Al contrario, las reservas brutas internacionales cayeron en siete de las últimas ocho jornadas; en este período retrocedieron u$s1.179 millones, para cerrar este lunes en los U$D 38.100 millones.
El Gobierno había anunciado que no compraría dólares mientras el precio de la divisa se mantenga dentro de las bandas. El peligro es que al comprar suba el precio del dólar (bajando la oferta de divisas en circulación), y así dispare la inflación o incluso una potencial corrida devaluatoria, que el Gobierno teme ante la fragilidad de las reservas y el antecedente del gobierno macrista que le fugaron en poco tiempo el dinero recibido por el préstamo más grande en la historia del FMI.
En un mes Milei deberá conseguir los U$D 5.000, por lo cuál para acercarse al objetivo, apelará a la emisión de nueva deuda por hasta US$3000 millones. Así capitalizará al Central sin correr riesgo de aumentos de precios. ¿El costo?
Según trascendidos del diario La Nación, cinco bancos internacionales ya respaldarían esta nueva emisión que sería con un esquema dual: repo y bonos “peso-linked”. Las entidades serían las mismas que financiaron con U$D 1000 millones en enero con un interés del 8,8% anual. El BBVA, Santander, J.P. Morgan, ICBC y Citi, y además se sumarían otras dos entidades. El negocio de los amigos de Caputo.
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