Bajo el lema “Caminemos juntos en la esperanza”, en la tarde de ayer se llevó a cabo la tradicional Peregrinación del Pueblo de Dios, acto penitencial con el cual se dio comienzo oficialmente a la Semana Santa en Catamarca, en el marco del Año Jubilar que vive la Iglesia en todo el mundo.
La caminata se inició en la Plaza de Choya, desde donde partió la columna de fieles de las comunidades parroquiales de Capital, junto con un importante número de Cadetes de la Policía de la Provincia de Catamarca, que finalizó en el Santuario de la Gruta de la Virgen del Valle.
Durante el recorrido se rezaron las estaciones del Vía Crucis contemplando el misterio de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, intercaladas con cantos penitenciales y reflexiones, mientras el obispo diocesano Mons. Luis Urbanc y los sacerdotes atendían a los fieles que se acercaban a recibir el Sacramento de la Reconciliación o Confesión.
Bendición de ramos
A su arribo, en la explanada del Santuario de la Gruta, el Obispo bendijo los ramos de olivo y junto con los fieles realizó la procesión, imitando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, hasta el altar donde presidió la Santa Misa, concelebrada por los sacerdotes presentes.
En su homilía, Mons. Urbanc recordó la fecha histórica de la Coronación Pontificia de la imagen de la Virgen del Valle, que coincidió con la jornada del sábado, pero que celebraremos el 4 de mayo, en el marco de las fiestas marianas; y comentó que en horas de la mañana de ayer presidió los actos por el 15º aniversario de la creación de la parroquia Nuestra Señora del Valle, con sede en Icaño, departamento La Paz.
Luego invitó “a que después de haber hecho esta peregrinación en el marco del Año Jubilar, que tiene como lema ‘Peregrinos de la esperanza’, se metan de lleno a vivir los siete días de la Semana Santa. No se distraigan, para que, de verdad, el Señor les conceda la gracia de reavivar la esperanza en cada uno de ustedes, en sus familias, en sus comunidades, en sus trabajos. Que ustedes sean hombres y mujeres de una viva esperanza”.
“Y la esperanza cristiana –especificó- consiste en que queremos llegar a la vida eterna, a estar con nuestro Padre por toda la eternidad en compañía de Jesucristo y siempre iluminados por el Espíritu, para que no se agote en nosotros ese deseo de profundizar cada vez más en Dios”.
También reflexionó que “esta esperanza logra tener sentido y se construye y afianza gracias a que Jesús ha muerto y ha resucitado, porque si Cristo no hubiera resucitado, no tendríamos esperanza. Pero Cristo está vivo, ha vencido a la muerte, ha vencido al pecado y nosotros somos aquellos que debemos ser testigos de esta esperanza”.
Gesto Solidario
Durante el acto penitencial, Cáritas recibió la donación de alimentos no perecederos en los puestos dispuestos para este fin, que serán destinados a los hermanos más necesitados.
Las personas que no pudieron participar de manera presencial, particularmente los ancianos, enfermos y privados de la libertad, pudieron sumarse a través de las redes y radio, uniéndose así a la manifestación en el inicio de la Semana Santa, preparando los corazones para la Pascua de Resurrección.n