La continuidad con las actuales características del programa One Shot Plus Alimentos está siendo estudiada por sus articuladores –Gobierno provincial, Unión Comercial de Catamarca y Banco de la Nación Argentina- por la detección de una serie de irregularidades que no han hecho sino empañar una propuesta que viene reportando desde el año pasado grandes beneficios tanto para consumidores como para comerciantes.
Es una lástima que un grupo de comercios perpetren abusos en los precios en los periodos en los que rige el programa –habitualmente una semana por mes-, a los fines de alcanzar mayor rentabilidad que la que ya obtienen por el incremento sostenido de sus ventas durante ese periodo.
También se han detectado irregularidades entre los beneficiarios directos del programa, ciudadanos que son clientes de la mencionada entidad bancaria, que “venden” sus márgenes a otros, -generalmente a través de redes sociales- en una mercantilización inadmisible del beneficio.
El One Shot Plus Alimentos ofrece un 50% de reintegro en compras de alimentos abonadas con tarjetas del Banco Nación en un solo pago. El tope de devolución es de $80.000, que se acredita en las cuentas de los beneficiarios dentro de las 48 horas posteriores a la compra.
El programa, que tiene como antecedente inmediato otro de similares características –“Días de ensueño”-, nació como una manera de reactivar la economía local en un período de fuerte recesión y caída del consumo a nivel nacional, que continúa hasta el día de hoy. A contramano del discurso del Gobierno nacional que le adjudica un rol prácticamente inexistente al Estado en el impulso de la economía, el One Shot Plus exhibió que la interacción coordinada y bien planificada entre el sector público y el privado es virtuosa y permite, además de fomentar el consumo, ofrecer beneficios concretos a un segmento importante de la ciudadanía catamarqueña, que obtiene una suerte de crédito de esos 80.000 pesos mensuales para adquirir mercadería de primera necesidad, como son los alimentos.
Arrancó el año pasado y de a poco se fueron sumando cada vez más comercios locales que se dedican a la venta de alimentos, como por ejemplo despensas, carnicerías, fiambrerías, autoservicios y hasta supermercados. Pero en el transcurso de los últimos meses se fueron constatando irregularidades, entre ellos la suba injustificada de precios, lo que motivó que algunos negocios fueran excluidos temporalmente del programa. Los sobreprecios fueron detectados por personal del Ministerio de Industria, Comercio y Empleo de la provincia pero también por los propios consumidores, que efectuaron las denuncias correspondientes a través de vías de comunicación habilitadas por el Gobierno provincial.
Si bien no es posible descartar que el programa sufra en algún momento una discontinuidad por el cúmulo de irregularidades advertidas, lo más probable es que se incorporen algunas modificaciones para evitar que estos abusos sigan consumándose.
Sería una pena que, de persistir las irregularidades mencionadas, con el tiempo el programa finalice, causando un perjuicio importante no solamente para los ciudadanos que logran ahorros importantes en un contexto de crisis económica y de caída del consumo, sino también para los propios comerciantes, que en su gran mayoría acatan las reglas del juego. Es de esperar que, finalmente, el accionar de unos pocos inescrupulosos no termine afectando a los que son respetuosos de las reglas del juego acordadas.