Para aceptar un juicio abreviado y evitar el desfile de testigos que se esperaba para el juicio en Córdoba, el ‘Trader God’ Edgar Adhemar Bacchiani reconoció su participación como autor en los 50 hechos de estafas por los que había sido acusado. Esta confesión va a contramano de la estrategia que el titular de la fallida Adhemar Capital planteó para su defensa en las causas por las que se lo investiga en Catamarca, donde permanentemente insistió en sus intenciones de cumplir con sus deudas y negó tener participación en algún ilícito.
“Reconozco los hechos y mi participación en los mismos”. Esas fueron las palabras de Bacchiani el 24 de febrero ante el Tribunal cordobés, luego de un segundo intento por abreviar el juicio: anteriormente la Fiscalía había ofrecido 10 años de prisión, pero el financista los había rechazado.
De esta manera, Bacchiani se reconoció como autor de 50 estafas en Córdoba y finalmente recibió una condena de nueve años de prisión, sin devolver ni un peso de lo reclamado por los ahorristas de esa provincia. Ese trámite se cursará por la quiebra que avanza en la Justicia de Catamarca.
Lo llamativo es que el ‘Trader God’ reconoció el carácter delictivo de su conducta, cosa que hasta el momento no había ocurrido nunca desde que el tema comenzó a trascender. De hecho, meses antes de ser detenido, hizo varias transmisiones en vivo en las redes sociales en las que intentaba llevar tranquilidad a los ahorristas.
La estrategia de defensa de Bacchiani siempre giró en torno a la existencia del dinero distribuida en propiedades y en billeteras, y en el último tiempo apuntó contra sus ex abogados, Lucas Retamozo y Carlos Correa, a quienes responsabiliza por despojarlo de sus bienes. De hecho, esto lo planteó en una de las cartas públicas que dio a conocer desde el penal de Miraflores.
“Carlos Correa y Lucas Retamozo, más el séquito que les responde, nos extorsionaron de manera vil, sin escrúpulos, procediendo con amenazas constantes a mi excónyuge, a mí y a nuestros hijos. Dichas amenazas seguidas de chantaje y extorsión arrancaron en febrero de 2022 y persisten hasta la fecha. Tuvimos que ceder, haciéndonos firmar muchos papeles sobre las propiedades que habíamos adquirido de manera lícita y genuina, con dinero justificado que no es producto de ningún delito. Todas esas propiedades de alto valor de mercado las tenía como respaldo para cualquier tipo de contingencia. Estamos hablando de un total aproximado de 15 millones de dólares”, aseguró Bacchiani en su carta. En Córdoba, admitió algo distinto.
“Hasta la fecha, ni la Justicia Federal ni la Justicia Provincial han movido un dedo para que esas propiedades vuelvan a mi patrimonio y sean dispuestas en las quiebras para que mis inversores sean reparados económicamente. Yo sigo preso y los chorros, los extorsionadores, los chantajistas y los caranchos siguen libres y haciendo de las suyas”, cuestionó Bacchiani, que además apuntó contra sus ex socios, José Blas y Alexis Sarroca, a quienes se refirió como “chorro nº1” y “chorro nº2”, respectivamente.
El titular de Adhemar Capital también cuestionó la connivencia entre su ex abogado, Lucas Retamozo, y el abogado tucumano Alfredo Aydar, representante de damnificados. “No sé nada de los pagos que se hicieron. Lo que sí sé es que las personas que los arbitraron se quedaron con el vuelto y muchos, pero muchos, USDT y no me los retornaron nunca más. O sea que me dejaron sin la domiciliaria, sin la ‘wallet’, sin posibilidad de nada, pero ellos siguen afuera con los bolsillos llenos y cobertura absoluta. Y yo tomando decisiones a destiempo y cometiendo errores con una ingenuidad propia de un adolescente”, se lamentó.
En esa línea se conduce ahora la Justicia Federal, tras la última visualización de las cuentas de Adhemar Capital que realizó el imputado colaborador Iván Segovia, ex contador de la financiera. Allí se probó que las cuentas de la empresa habían sido vaciadas incluso antes de que Bacchiani fuera detenido y que el destino del dinero fueron otras cuentas que no eran de la empresa, pero que tampoco fueron para pagar a los ahorristas. Ahora el Juzgado investiga quiénes eran los titulares de esas billeteras. También buscan conocer quiénes visitaron a Bacchiani durante su estadía en un centro de salud de La Rioja, tiempo en el que las cuentas tuvieron actividad.