Las Letras Intransferibles son una deuda del Tesoro Nacional con el Banco Central que al 31 de enero sumaban de US$ 69.232 millones con vencimientos anuales que se alargan hasta 2034. Este año vencen unos US$ 11.000 millones que podrían cancelarse con el préstamo del FMI.
Se trata de “papeles” que se emitieron a 5 o 10 años renovables en forma indefinida, a cambio de los dólares que cedió el Banco Central al Tesoro Nacional para el pago de los vencimientos de deuda. O sea, el BCRA fue cediendo divisas (un activo líquido) para incorporar otro activo (ilíquido como las Letras).
Estas Letras Intransferibles arrancaron en enero de 2006 con Néstor Kirchner, al pagar la totalidad de la entonces deuda con el FMI de US$ 9.530 millones. Se cambió entonces deuda externa por una deuda interna interestatal que devengaba una tasa de interés similar al de las reservas del Banco Central.
El actual Gobierno recurrió también a las Letras Intransferibles para cancelar deuda con tenedores privados. El DNU 23/2024 de enero de 2024, el Tesoro tomó US$ 3.200 millones “a 10 años de plazo, con amortización íntegra al vencimiento, la que devengará una tasa de interés igual a la que devenguen las reservas internacionales”.
También la Resolución Conjunta 42/2024 amplió una Letra del Tesoro Nacional Intransferible en Dólares por hasta US$ 2.661 millones.
La última emisión de Letras Intransferibles del actual Gobierno fue a comienzos de este año (13 enero) al emitir una nueva Letra en US$ 20 millones con vencimiento el 7 de enero de 2030 por el 40% de los intereses anuales de una Letra que vence en 2033 (Resolución Conjunta 2/2025 de las secretarías de Hacienda y de Finanzas).
Tras el pago de US$ 9.530 millones, desde 2010 las Letras Intransferibles se extendieron para cancelar obligaciones con tenedores privados de deuda pública, capital e intereses con organismos financieros internacionales y aumento de la cuota del país en el FMI.
Por ejemplo, “en enero de 2011, el financiamiento del BCRA al Sector Público, aumentó en $ 30.710,1 millones (US$ 7.504 millones), bajo Títulos Públicos, Letra intransferible Decreto 2054/10, vencimiento 2021 y $ 8.681,8millones (US$ 2.121,4 millones) Letra intransferible Decreto 276/11, vencimiento 2011″, según Rodolfo Rossi, ex Presidente del BCRA.
“Un informe publicado por la consultora Eco Go, en mayo 2023, señalaba que durante los dos gobiernos de Cristina Kirchner se emitió Letras Intransferibles al BCRA por unos US$ 54.800 millones y que el de Alberto Fernández había hecho lo propio por unos US$ 16.000 millones”, según Bloomberg.
Por su parte, en diciembre de 2015, el gobierno de Mauricio Macri concretó un canje de tres Letras Intransferibles del Tesoro Nacional, por un total de US$ 16.000 millones, por nuevas emisiones de BONAR 2022, BONAR 2025 y BONAR 2027 con tasas de interés superiores a las de las Letras. Se mantuvo la deuda pública con el BCRA pero se reemplazó un papel ilíquido por títulos que devengan intereses.
A mediados del año pasado, el Banco Central resolvió modificar los criterios de valuación de las Letras Intransferibles estimando que valían 60% menos. En consecuencia registraron en el balance al 31 de diciembre de 2023 “una pérdida por $41.555.355 millones respecto a las Letras Intransferibles, y de $2.315.415 millones respecto de los Adelantos Transitorios”, equivalentes a unos US$ 45.000 millones.