miércoles, 12 marzo, 2025

El sistema, en la picota

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En la primera jornada del Jury que se le inició por retardo de justicia, el juez Civil, Comercial y de Familia de Belén, Miguel Ángel Aybar, contraatacó colocando en la picota al sistema que lo acusa.

El proceso fue instigado por la Corte de Justicia, a la que Aybar responsabiliza por las prolongadas demoras de las 455 causas que se le endilgan.

O sea: el juez considera que pretenden convertirlo en chivo expiatorio de fallas sistémicas que deberían ser resueltas por quienes lo objetan.

En este sentido, expresó su anhelo de que el juicio le permita al tribunal del Jury, presidido por el presidente de la Corte, Hernán Martel, “conocer la realidad del interior y hacer una comparación de como es aquí en la ciudad”.

Su Juzgado, explicó, tiene muchas tareas y poco personal.

“Hay integrantes del interior en el Tribunal, saben de las dificultades y la falta de recursos. No hay ningún retardo que sea de responsabilidad exclusiva mía. Es el sistema que funciona así. Mi desempeño siempre fue bueno, que sea insuficiente, puede ser otro tema”, se defendió Aybar.

“En 1984, cuando se crea el Juzgado en Belén, en la Primera Circunscripción (Valle Central) había cinco. Actualmente, la Primera Circunscripción tiene divididas las competencias y se reparten en 15 juzgados. En Belén sigue habiendo uno y es multifuero. Además, abarca también a Antofagasta de la Sierra, por lo que tenemos un Juzgado para unos 50.000 habitantes justiciables”, contrastó.

El testimonio del abogado Samuel Aguiar abonó la posición de Aybar en el final del debate.

“El de Belén para mí es el Juzgado mejor organizado. Belén ha crecido económicamente, socialmente y en conflictos judiciales. Ese crecimiento no se vio en el Juzgado, quedó atrás por falta de infraestructura, las audiencias se hacen en una salita de 2 por 2, diría que no hay sala de audiencias”, señaló el letrado.

También recordó que Aybar “actúa como subrogante en cuestiones penales y laborales”.

Testigo de parte, se permitió marcar que la Corte aplica varas diferentes para evaluar el desempeño de los magistrados del interior.

“No recuerdo en Catamarca un juicio por morosidad. Se acusa al juez de Belén, pero yo podría decir que en otros juzgados, como en Tinogasta, ocurren atrocidades. Retraso e ignorancia del derecho, como mínimo”, dijo, y mencionó que denunció estas situaciones ante el Colegio de Abogados y la propia Corte.

Parte de estos argumentos fueron admitidos por la secretaria de Inspección de Justicia, Débora Lechinsky, que participó del proceso que desencadenó el Jury. Aparte de la escasez de personal, “la instalación edilicia no sólo no es adecuada, es horrible”, dijo la funcionaria.

El giro que tomó el Jury a Aybar es interesante porque, independientemente de las responsabilidades que el juez tenga, lleva al primer plano deficiencias objetivas del Poder Judicial que están más allá de las posibilidades y la buena voluntad de sus actores individuales.

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