Luis Caputo, ministro de Economía, visitó en el día de hoy la feria ExpoAgro en la ciudad de San Nicolás y expuso ante los productores sobre las medidas del Gobierno para «acomodar» la economía y otras decisiones sectoriales, entre ellas, la baja temporaria de retenciones hasta mitad de año.
En ese sentido, identificó al agro como el sector que se vería más beneficiado de una caída de impuestos adicional.
El discurso de Luis Caputo en la ExpoAgro sobre el sector agropecuario
En su discurso, Caputo recordó que, al inicio del mandato del presidente Javier Milei, «el campo no podía planificar absolutamente nada» debido a la alta inflación, las dificultades para acceder a insumos importados y una brecha cambiaria de 200%. «Hoy estamos literalmente en otro país», afirmó, y detalló las medidas impulsadas por el Gobierno para corregir estos desequilibrios macroeconómicos.
En este sentido, el titular de Economía aseguró a los productores que el Gobierno «nunca se va a desviar del orden macro» y seguirá con la reducción del gasto público para disminuir la inflación y la carga impositiva. «Hemos venido a sacarle el pie de la cabeza al sector privado», sostuvo, y destacó que se trabaja para simplificar la actividad de los productores y mejorar la rentabilidad del sector. «En el ranking de reducción de impuestos, el campo rankea (sic) arriba de todo», agregó.
«La mayor garantía que nosotros podemos darles es que no nos vamos a desviar de este rumbo. Yo destaco siempre la figura presidencial. En general, las relaciones entre los ministros de Economía y los presidentes suelen ser tensas. La relación con el Presidente (ahora) debe ser la mejor que cualquier ministro de Economía pudo haber tenido en la historia. Esa convicción que el Presidente tiene me deja muy tranquilo y me permite poder hablarles con la mayor confianza y sinceridad que nunca nos vamos a desviar del rumbo macro», resaltó el jefe del Palacio de Hacienda.
El Gobierno celebró la baja en las retenciones
Caputo hizo énfasis en que el Gobierno eliminó retenciones a la carne de cerdo, y carne vacuna clase A, B, C, D y E, a la industria láctea y a las economías regionales. También mencionó la reducción de 25% de los derechos de exportación de las cadenas ovina, bovina, caprina y avícola, y 20% en los principales cultivos, como trigo, soja, maíz y sorgo. Además, se redujeron los aranceles a la importación de maquinaria de riego, herbicidas y fertilizantes, y se abrieron 70 nuevos mercados, junto con la reapertura de otros 16. En paralelo, se simplificaron o eliminaron 290 normas.
Según su visión, estas medidas tuvieron un impacto positivo. «Las exportaciones de carne fueron récord en los últimos 100 años y superaron las 900 millones de toneladas», afirmó. También destacó un crecimiento en las solicitudes de crédito, al señalar que «en solo un día y medio, el Banco Nación recibió pedidos por 3.800 millones de dólares para la compra de maquinaria agrícola, cuando en años anteriores, entre todos los bancos y tras toda la exposición, la cifra llegaba a 2.000 millones de dólares».
Caputo consideró que el país atraviesa un momento de cambio y que la estabilidad permitirá un escenario más previsible para los productores. «Imagínense lo que puede venir en los próximos años en una situación de mayor estabilidad«, sostuvo. Finalmente, convocó a los productores a «invertir más que nunca y a recuperar el orgullo de ser argentinos».
Hace un mes y medio el Gobierno decidió aplicar una baja temporal de retenciones para soja y otros cultivos. De esta forma, hasta mitad de año se bajaron en forma temporaria desde el próximo lunes hasta fines de junio las retenciones a los principales cultivos como la soja (poroto), que pasará del 33 al 26% y sus derivados que bajarán del 31 al 24,5%. También se reducirán los derechos para la exportación para el trigo (12 a 9,5%), la cebada (12 a 9,5%), el maíz (12 a 9,5%), el girasol (7 a 5,5%) y el sorgo (12 a 9,5 por ciento).
El primer mes de vigencia de la baja temporal de retenciones a las exportaciones de soja se tradujo en una «devolución» de 100 millones de dólares a los productores, que es recaudación que cedió el Gobierno por las alícuotas más bajas. El costo fiscal total de la medida, que es temporal hasta mitad de año para la mayoría de la producción agropecuaria, está proyectada entre 800 millones y 1.000 millones de dólares en total.
Los números demuestran que, luego de la baja de retenciones, el sector agropecuario liquidó u$s2.181 millones en febrero, lo que implicó un aumento de 45% respecto del mismo mes de 2024. Si se compara con enero, el aumento fue de 5,2%, según los datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Según resaltaron desde las dos entidades, el ingreso de divisas registrado en febrero reflejó el impacto inicial del decreto que disminuyó de manera transitoria los derechos de exportación para el complejo cerealero. En rigor, el efecto de la aceleración de liquidaciones comenzó a observarse a mediados de mes. Las primeras semanas, luego de darse a conocer la medida, hubo un ritmo más lento, algo que en el mercado fue adjudicado a la puesta en marcha de las reglamentaciones del decreto.