domingo, 23 de febrero de 2025 19:00
Florencia Peña, quien está haciendo temporada en Mar del Plata protagonizando la obra teatral “Mamma Mía”, estuvo de invitada en el programa de streaming de Flavio Azzaro. Fiel a su estilo la actriz se animó a todo, incluso a un ping pong futbolero característico del ciclo Azzaro al Horno.
A Peña no le gusta quedarse callada cuando tiene algo que decir y para un programa, más aún en un streaming, eso cotiza en bolsa. Por lo que la producción le dio a Flavio una foto de Carlos Tévez, el conductor se la mostró a Flor y picaramente dijo: “Me parece que en un momento hablaste de él”.
Sin pelos en la lengua quien le supo dar vida a Moni Argento explicó: “A mí siempre me gustó mucho como jugador, pero no me gusta en quién se convirtió. Me parece que se olvidó un poco de dónde vino. Siempre me pareció un tipo con mucho talento para jugar, un distinto. Pero yo no puedo dividir el jugador”.
Luego se explayó con respecto a sus gustos a la hora de ver a un deportista: “A mí me gustan los jugadores que se la juegan, que se hacen cargo de los lugares que ocupan, de saber que tienen un micrófono y que hay mucha gente, muchos chicos y muchas personas que los escuchan”.
“Me gustan los jugadores que bajan una línea distinta a la que baja él, pero bueno es una cuestión personal”, concluyó Peña. Las declaraciones de la artista no tardaron en viralizarse en el mundo digital por lo que muchos tildaron y sostuvieron que su opinión tenía que ver más al costado político que deportivo.
“No hay muchos que se atrevan a hablar. Los jugadores no se la juegan mucho. Sin dar nombres, pertenecen a un universo en donde hay jugadores que juegan en Europa y te dicen ‘la Argentina está bien’. Juegan hace 20 años en Europa y vos decís ‘¿Cómo la Argentina está bien? Si vos, papi, vivís afuera’”, manifestó Florencia.
Además Peña finalizó argumentando fuerte contra el rubro: “Como el fútbol es un negocio, entonces lo inocente y lo rústico de agarrar una pelota en un potrero en cualquier lugar de bajos recursos y que los pibes sean felices jugando a la pelota, en el mundo de hoy está totalmente tergiversado: es un negocio en donde lo importante es absolutamente resultadista para ganar más y más”.