sábado, 22 febrero, 2025

Tesoro catamarqueño

Noticias Relacionadas

jueves, 20 de febrero de 2025 00:36

Comienza hoy una nueva edición de la feria más antigua de la región, la inigualable Feria de la Puna, orgullo catamarqueño del interior más profundo, el interior del interior, que lucha, progresa y exhibe año tras año sus logros, desde hace más de tres décadas; reuniendo talentos y bellezas en esta muestra tan particular. Antofagasta de la Sierra, el imponente departamento catamarqueño que con sus más de 28.000 kilómetros cuadrados es más grande que varias provincias argentinas, cobija a menos habitantes de los que viven en cualquier manzana de edificios del centro porteño. Con una ínfima densidad de población que ronda 0,05 habitantes por kilómetro cuadrado, enfrenta cada día las dificultades de las distancias, agravadas por tratarse de una zona poblada a más de 3.000 metros de altura, y rodeada por montañas que duplican esa altitud. Antofagasta es un territorio bellísimo, y también un rincón del país que atesora riquezas incalculables. Desde paisajes y tradiciones, desde su fauna y flora hasta la minería. No por casualidad, mucho antes de que el litio se convirtiera en un boom mundial, allí comenzó a producirse ese mineral, en el emprendimiento del sector pionero de toda la Argentina.
*****
Es el departamento más grande y el menos poblado de la provincia, pero se muestra pujante y con un rol protagónico. Siempre de difícil acceso, aislada por siglos, Antofagasta fue pretendida por bolivianos y chilenos, y su territorio estuvo en disputa varias décadas después de declarada la Independencia nacional, para ser íntegramente catamarqueña recién cuando se disolvió la Gobernación de Los Andes, ya en el Siglo XX. Pueden rastrearse en su pasado huellas de comunidades aborígenes de distintas vertientes, y por capricho de la geografía o designio de la naturaleza, el desarrollo de los antofagasteños fue siempre más complejo que en otros puntos de la provincia y el país. Una zona considerada inhóspita por generaciones. En una Catamarca ya rezagada con respecto a los avances de los grandes centros urbanos, el crecimiento de Antofagasta de la Sierra fue incluso más dificultoso, y allí radica una de las razones por las cuales su explosión demográfica a gran escala nunca se produjo. No hablamos ya de épocas coloniales: hasta 1978, sólo se podía llegar a través de Salta.
*****
Hoy se inicia otra Feria de la Puna, un tesoro provincial que es toda una bandera de la identidad catamarqueña. Reconocida por ser decana entre las ferias de esta zona del país, el encuentro es también testigo del constante crecimiento. Si se comparara la actualidad de Antofagasta con la realidad que se vivía cuando los pioneros organizaron la primera feria hace más de 30 años, las diferencias saltarían a la vista. Nuevos caminos, incluyendo la posibilidad de llegar desde la Capital provincial hasta la villa por rutas íntegramente asfaltadas, mejores servicios, mejor promoción turística, y sobre todo, un futuro mucho más promisorio, donde desde las entrañas mismas de la montaña nacen infinitas posibilidades de desarrollo. La Feria de la Puna es una celebración catamarqueña que merece todo el acompañamiento y el apoyo, para que siga creciendo junto con su gente.
 

Últimas Publicaciones