viernes, 31 de enero de 2025 17:00
El reciente cumpleaños número 81 de Susana Giménez estuvo marcado por un detalle que no pasó desapercibido: la ausencia de su nieta, Lucía Celasco. A diferencia del espectacular festejo de sus 80 años en Punta del Este, la diva optó en esta ocasión por una celebración más íntima en un exclusivo restaurante de Miami. Acompañada por su hija, Mercedes Sarrabayrouse, y un selecto grupo de amigos, todo parecía transcurrir con normalidad. Sin embargo, la gran ausente se convirtió en el centro de la atención.
Según reveló el periodista Gustavo Descalzi en el programa «A la Tarde» (América TV), la relación entre Susana Giménez y su nieta no estaría atravesando su mejor momento. «En la mesa había lugares vacíos. Alguien que es como la reencarnación de Susana faltó. No estaba lejos. Susana estaba en Miami y Lucía en Nueva York. Son dos horas de avión y no fue», comentó el periodista, dejando en claro que la ausencia de Lucía Celasco no pasó inadvertida.
El conflicto entre la diva y su nieta no es nuevo. Según trascendió, la relación se habría tensado hace más de un año por una serie de actitudes de Lucía Celasco que no fueron bien recibidas por su abuela. «Hubo una actitud juvenil y contestataria por parte de Lucía que no le gustó a Susana. Cuando se quedó en su casa de Miami, dejaba las cosas tiradas, llevaba amigas… eso la molestó mucho», explicó Descalzi, dando a entender que el distanciamiento tiene raíces más profundas.
Lo que más llamó la atención fue que Susana Giménez sí esperaba la presencia de su nieta en su cumpleaños. De hecho, le había reservado un lugar en la mesa. «Estaba invitada y Susana lo vio como una ofensa. Para la foto, hasta unos minutos antes, estaban puestos los platos y se sacaron cuando se hizo la foto», detalló Descalzi. La diva, al parecer, tenía la esperanza de que Lucía apareciera de último momento.
El tema fue motivo de conversación durante la noche, y según fuentes cercanas, Susana Giménez no dejó de preguntar a su hija si la joven finalmente se sumaría al festejo. La incertidumbre se mantuvo hasta los últimos minutos, pero la ausencia terminó siendo un hecho.
Este distanciamiento deja en el aire la incógnita sobre el futuro de su relación. Aunque siempre han mostrado un fuerte lazo, las diferencias generacionales y ciertas actitudes parecen haber generado una grieta entre ambas.
Allegados a la familia señalan que la situación podría resolverse con el tiempo, ya que Susana tiene un carácter fuerte pero también un gran amor por su familia. No sería la primera vez que atraviesan una crisis y logran recomponer el vínculo, por lo que no se descarta una posible reconciliación en los próximos meses.
Queda por ver si la nieta de Susana Giménez buscará acercarse para recomponer el vínculo o si la diva, fiel a su estilo, mantendrá su postura firme. Lo cierto es que, más allá del festejo, este cumpleaños dejó un sabor agridulce para la icónica conductora.